18/06/2018 - 10:26:43
La Prensa.com.ni.- A dos meses del inicio de la crisis en Nicaragua, tras la represión desatada por el régimen de Daniel Ortega contra las protestas pacíficas de la población, las proyecciones económicas del país pasaron de ubicar a la nación con un promedio de crecimiento anual del 4.5 por ciento, desde 2011, a un escenario en que los expertos aseguran que habrá retrocedido décadas al cierre de 2018.

“La economía ha sufrido pérdidas irreparables. En Nicaragua la economía produce diario 33 millones de dólares, pero dado que no se está funcionando al ciento por ciento, perdemos la mitad de esa economía”, dijo el economista Luis Murillo en declaraciones a LA PRENSA.

Según Murillo, eso significa “que aproximadamente hemos perdido unos mil millones de dólares durante esta crisis”.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) proyectaba que la economía nicaragüense en el 2018 cerraría con un crecimiento del 5 por ciento, pero ante la situación actual en el mejor de los escenarios proyectados por la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) es que cerremos con un crecimiento de 1.7 por ciento y en el peor de los casos que haya un decrecimiento del 2 por ciento.

Aunque la situación se llegara a resolver antes de cerrar en julio, el país no podría volver a la normalidad, advierte el especialista.

Murillo señala que en dos meses de protestas reprimidas por el Estado los niveles de inflación aumentaron, hay desempleo, endeudamiento, reducción de la inversión extranjera, pero sobre todo se ha perdido la confianza y la seguridad de vivir en el país, algo que le permitía a Nicaragua venderse internacionalmente.

Desempleo en ascenso

Las proyecciones económicas de Ovidio Reyes, presidente del Banco Central de Nicaragua (BCN), indican que podría aumentar la tasa de desempleo de 3.7 a 4.2 por ciento, o sea, 58 mil empleos menos, lo que equivale a 260 millones de dólares de menos ingresos, lo que traería como consecuencia mayor inflación —entre el 5.5 y 6.5 por ciento—, que como consecuencia traería mayor pobreza.

Reyes ha esgrimido estos argumentos, en la mesa del Diálogo Nacional para justificar el argumento oficial de que los manifestantes están destruyendo la economía, pero no ha hablado sobre la responsabilidad del Ejecutivo de Daniel Ortega en la masacre de al menos 170 personas desde abril pasado.

El estudio de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (Funides) señala en el primer escenario que si la situación se resuelve antes de julio, en términos laborales, se estima una pérdida para el final del año de hasta 20,000 empleos, mientras que, si la crisis se prolonga el resto del año, se habrán perdido 150,000 puestos de trabajo.

Murillo indica que esta situación hasta la fecha ya le ha pasado la cuenta a unos 20 mil cotizantes del Seguro, lo que agudizará la situación de esta institución estatal, que el año pasado cerró su quinto año consecutivo con déficit financiero, bajo cuestionamiento de la ciudadanía a sus inversiones —poco transparentes— y a sus gastos administrativos.

El economista explica que la situación del país afectará más al 80 por ciento de la población que está en el sector informal, “quienes van a bajar aún más su nivel de consumo y poco a poco va a ir perdiendo su poder adquisitivo”.

Funides indica que los sectores principalmente afectados son: comercio, turismo y construcción, clave en la economía nicaragüense, por la generación de empleo.

De tal manera que en un primer escenario se tendrían pérdidas en turismo de 88 millones de dólares y en el peor de los casos de 159 millones de dólares. En la construcción se espera tener pérdidas de 22 millones de dólares si la crisis finaliza en julio y de 54 millones de dólares si se prolonga.

Según el BCN, la actividad de hoteles y restaurantes caería en un 17 por ciento. “Vamos a volver a la normalidad, pero tenemos que hacer un trabajo muy fuerte a nivel internacional”, dijo Lucy Valenti, presidenta de la Cámara de Turismo.