18/01/2018 - 07:41:48
Página Siete.- “Desafío públicamente al presidente Evo Morales, a que si él está convencido de que la Convención Interamericana de Derechos Humanos está por encima de la Constitución, consulte si avala la reelección indefinida”.


Ese fue el reto que lanzó el expresidente Jorge Tuto Quiroga, antes de advertir que si el Primer Mandatario no lo hace, su persona gestionará ante la Organización de Estados Americanos para que consulten sobre si es válida la reelección vitalicia.


Usted afirma que acudirá a instancias internacionales contra la reelección, ¿se conseguirá algo?


Si al presidente Morales le queda un ápice de vocación democrática, consulte él, como jefe de Estado, a la Corte Internamericana de Derechos Humanos si el artículo 23 del Pacto de San José le da el derecho de desconocer el resultado del 21 de febrero y violar la Constitución, porque si él no lo hace, otros lo van a hacer, lo vamos a hacer y va salir un fallo.


Lo grave será que cuando Bolivia esté en efervescencia marítima con los argumentos orales en La Haya, esperando el fallo, exigiendo que Chile respete el fallo de La Haya, Evo va a tener que enfrentar el hecho de que una Corte Internacional le va a decir que no puede ser candidato. Ahí veremos qué va escoger: mar con soberanía o aferrarse al poder con tiranía.


Diferentes sectores sociales del país están movilizados, ¿será contra el presidente Morales o las nuevas normas?


Bolivia despertó, el presidente Evo Morales debería de reflexionar en el Carnaval. En la medida que tengamos movilizaciones ciudadanas y las gestiones internacionales se hará respetar la Constitución y el voto de los bolivianos.


En 2019 será un año electoral, ¿las movilizaciones no serán para catapultarse políticamente?


No, si hoy dejamos que se viole la Constitución mañana va a violar hasta la libre expresión, la votación popular, ya dijo que la votación es de la cultura occidental. Lo que celebro es que Bolivia despertó. Yo advertí hace 12 años las intenciones del chavismo; ahora, la gente sale a las calles y dice “esto es Bolivia, no es Venezuela”. La gente se dio cuenta, no he arado en el desierto.