La complicada sucesión de fundaciones y traslados que antecedió a la instalación definitiva de Santa Cruz de la Sierra como ciudad de frontera y Gobernación española de la corriente colonizadora del Rio de la Plata en la llanura de Grigotá, fue un proceso lento y difícil de ocupación territorial, basado en la tenacidad de los recién llegados frente la resistencia de los aborígenes.
 
“Desde las primeras andanzas de los conquistadores por estas tierras tropicales, hasta el definitivo asentamiento de la ciudad, pasó mucho tiempo, y la población, cual si se hubiese contagiado de la manía ambulatoria de los castellanos, vagaba andariega de un lado para otro... en lo que fue su primer siglo de vida.” escribe Humberto Vásquez Machicado en su intento de despejar la confusión acerca de fechas y lugares en todas esas idas y venidas, en su brillante ensayo histórico: “Avatares de Santa Cruz de la Sierra”.

Texto y Fotos: Jorge Orías Herrera

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