Cuando el sol calienta con sus primeros rayos la corteza espinosa de los viejos toborochis de La Brecha, informal sede de gobierno de la Capitanía del Alto y Bajo Izozog, la comunidad despierta en forma casi simultánea, con el trajín de las mujeres en busca de agua de pozo y el bullicio de los escolares que se aprestan a ir a la escuela ataviados con su impecable vokó y mandil blanco.
A esa hora mágica del alba, los izoceños dejan sus humildes viviendas rumbo a sus chacos donde un eficaz y centenario sistema de riego superficial ha permitido cultivar verdes arrozales en las candentes riberas del Parapetí.
Los días de fiesta, una romería de aseados izoceños acude por los caminos a participar de la música, la chicha, los discursos y los encuentros deportivos. Así ocurre en ocasión del Arete Guasu, tradicional fiesta de la cosecha que coincide con el Carnaval de los criollos, en las diferentes comunidades o en el aniversario de la muerte del Capitán “Sombra Grande”, que tradicionalmente se celebra en La Brecha, actual sede de la Capitanía Izoceña.