Testimonio del horror: Habla un torturado en cárcel militar chavista

21/04/2019 - 10:09:52
Infobae.- En los s�tanos de la Direcci�n General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) en Caracas, han estado y est�n detenidos los oficiales, considerados de mayor riesgo pol�tico y militar por el Gobierno de Nicol�s Maduro, a excepto del General en Jefe (Ej) Ra�l Isa�as Baduel y el capit�n (GNB) Juan Carlos Caguaripano. Infobae convers� con un oficial que permaneci� en esas celdas hasta hace unos meses, cuando el Coronel Rafael Antonio Franco Quintero era el Director de Investigaciones de la DGCIM.

S�lo estuvo 45 d�as en el a�o 2017, pero durante ese tiempo detenido, este alto oficial, que ascendi� de primero hasta los m�s altos grados en la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), vio y vivi� hechos aterradores. Hemos resguardado su nombre para protegerlo a �l y a su familia.

"Los muchachos que conozco de la Marina y est�n all� presos son oficiales ejemplares, de primera, todos de la Infanter�a de Marina, de Operaciones Especiales", afirma.

El costo para las familias es muy alto. "Solamente tres horas de visita a la semana en el DGIM. Para que tenga una idea, por ejemplo en la c�rcel de Ramo Verde el r�gimen es abierto, tienen hasta cantina, cocinas, la visita se puede recibir en la propia celda, tienen televisores y creo que unos dos o tres d�as de visita desde la ma�ana hasta la tarde".

-�C�mo es en la Dgcim?

-En la Dgcim se tortura incluso a las familias, porque tienen que recorrer largas distancias, pagar hoteles, transporte para tres horas de visitas que en oportunidades las cancelan sin previo aviso. All� vi gente venir de Margarita con sus hijos peque�os, o de la regi�n andina, personas muy humildes y no poder visitar a su familiar sin que se les haya avisado con tiempo. Es todo muy cruel, mucho m�s de lo que la propia imaginaci�n puede recrear.

-�Usted estuvo en tiempos del Coronel Franco Quintero?

-Si, ese Coronel, en mi opini�n, es un psic�pata. Nunca imagin� que una persona as� pudiese, no solo ser parte de la FANB, sino considerarse humano. Su paso por la Dgcim fue terrible.

-�Por qu� �l en particular?

-Porque �l fue quien cambi� toda la rutina y condiciones de encarcelamiento a condiciones infrahumanas..

-Descr�bame ese lugar, cuando estuvo ah�.

-Las celdas son herm�ticas, las puertas son de l�mina de hierro, no de barrotes. Con una ventana peque�a que tambi�n permanece cerrada 24 horas; el encierro es absoluto, no se puede ver hacia afuera de la celda. No tienen ba�o y las necesidades, salvo cuando se lo permiten, se hacen en bolsa pl�stica las s�lidas y en potes de pl�stico las l�quidas. Prohibi� los libros, inclusive las biblias, prohibi� suplementos alimenticios, nada que no fuese agua, quit� el tel�fono del pasillo y cre� la norma de los tres minutos una vez al d�a.

-�Recuerda alg�n caso cruel?

-En una de las celdas hab�an cuatro j�venes reos llaneros que ten�an meses all� sin que sus familias supiesen si estaban vivos. Sus condiciones eran peores, ni siquiera se les permit�a ba�arse sino cada una o dos semanas, con la misma braga y ropa interior por no tener ning�n familiar que se las llevase; usaban cuando se les permit�a, la pasta y cepillos de dientes que les d�bamos. Igual suced�a con el papel higi�nico. No ten�an ning�n tipo de utensilio de higiene y su aspecto y conducta, dadas las severas condiciones, era como en las pel�culas de guerra, que no levantan la cabeza y caminan arrastrando los pies; un grado de sumisi�n extremo provocado por este tipo de tortura blanca brutal, yo nunca hab�a vivido o visto algo as�.

-Los familiares los describen como si estuvieran en campos de concentraci�n. Eso mejor� un poquito cuando lleg� el coronel Hannover Esteban Guerrero Mijares, pero parece que ahora es implacable.

-Un sargento, cuando nos tra�a la comida, que era extremadamente reducida. Por ejemplo en la ma�ana una arepa peque�a y dos cucharadas de arvejas, a esos j�venes llaneros, en vez de darles las cuatro, le daban dos. A diferencia de otras c�rceles donde se permiten los alimentos, all� est� prohibido. El confinamiento es absoluto, sin libros, sin tel�fonos y lo �nico para ingerir que se puede recibir es agua.

-Con la llegada del coronel Guerrero Mijares, les empezaron a permitir que los familiares les llevaran alimentos, lo cual hizo que recuperaran algo de peso, pero volvieron a impedirlo. �Ser� que les gusta aplicar la tortura?

-No lo s�, pero le comento algo. Despu�s que sal� en libertad, a los 45 d�as gracias a Dios, el Ministro Padrino L�pez me mand� a llamar a su despacho y personalmente me pidi� disculpas y acept� que yo tuviese diferencias de criterio de manera muy amable. Sin embargo, me pregunt� si hab�a visto su entrevista con Jos� Vicente del domingo anterior, lo que significa que �l cre�a que yo ten�a TV en la c�rcel. Lo que no sab�a es que cuando me llamaron ten�a tres d�as sin ba�arme y en absoluto aislamiento, lo cual no pude decirle en esa reuni�n porque mi �rgano de investigaci�n designado era mi propio �rgano de reclusi�n, es decir, mientras tuviese cautelares estaba en sus manos.

-�Cuando les permit�an llamar, ten�an privacidad?

-No, que va. Hac�amos una fila para llamar por tel�fono y eran solo tres minutos desde que comienzas a marcar, caiga o no caiga la llamada. Cuando hac�amos la fila, no pod�amos hablar entre nosotros. En ese famoso pasillo hay una celda de castigo de un poco m�s de un metro cuadrado cubierta, piso y paredes, de colchoneta podrida, donde el reo solo puede sentarse en el piso. La hediondez es tan grande que cuando usted pasa frente a esa celda el mal olor llega a la parte exterior; all� colocaban a los castigados, en ocasiones hasta dos. La celda no posee iluminaci�n, es oscura 24 horas al d�a, y normalmente los colocan con capucha y esposados con las manos atr�s; com�an del plato como perros. Algunos ten�an la flexibilidad de pasar los brazos por debajo de las piernas hacia adelante y as� pod�an burlar un poco esta barbarie. Yo, ante el temor de ser castigado, trataba de practicar en la celda el paso de los brazos hacia adelante y nunca lo logr�. Rogaba a Dios no caer all�, morir�a, creo que no lo resistir�a, se lo confieso.

-�Qu� pasa ah� en las noches?

-A las nueve de la noche apagan las luces de manera centralizada y la oscuridad, por ser un s�tano, es absoluta. Usted abre y cierra los ojos y no hay diferencia. As� hab�a que cuadrar muy bien la posici�n de la bolsa para necesidades, el pote para orinar, el papel, agua para beber, etc�tera, en posiciones aprendidas, porque la luz la volv�an a colocar a la hora del desayuno. La cama era de concreto con una colchoneta encima. No hay sillas ni repisas ni nada adicional en la celda. Algunos compa�eros, quienes de alguna manera ten�an receta m�dica para ello, se manten�an all� a base de pastillas para dormir. Parad�jicamente le puedo decir que le doy gracias a Dios por esa experiencia.

-Usted es un alto oficial, que hizo carrera durante d�cadas en la instituci�n armada. �Qu� fue lo que m�s le impact� de lo que vio en la Dgcim?

-All� vi a j�venes reci�n capturados de las protestas, normalmente los m�s importantes; los ten�an semanas en el pasillo, manteniendo en su cabeza la capucha negra y esposados 24 horas al d�a, excepto para comer o higiene. Y le digo que sent�a una gran admiraci�n por esos j�venes que no ced�an a todo este cruel trato y presi�n. Por alguna extra�a raz�n el Coronel (Franco Quintero) solo a m� me permiti� a la mitad de mi estad�a (tal vez una concesi�n ordenada por alg�n superior que me conoc�a) llevar tres libros y mi esposa me llev� mis libros preferidos: La Biblia, el Conde de Montecristo y Don Quijote.

-�Puede describirme el �rea?

-El �rea es totalmente cerrada en el s�tano con dos puertas para entrar al pasillo. All�, un viejo aire acondicionado recoge el aire del ba�o y lo lleva a las celdas por ductos, en un eterno circuito cerrado sin tomas de aire del exterior. Puede imaginarse el efecto del aire viciado, combinado con los malos olores y tener que respirar as� en una celda cerrada, incomunicado y sin poder hablar con nadie d�a a d�a. En algunas oportunidades nos daban permiso para salir al pasillo y pod�amos hablar y de repente volv�amos a la condici�n anterior. Estaba previsto, una vez a la semana, subirnos media hora a tomar sol, lo cual durante mis 45 d�as s�lo se hizo una vez. Las visitas son solo de dos personas que tienen que sentarse separadamente de las otras familias y no se puede hablar ni saludar entre familias.

-�Alguna raz�n para ello?

-No la dicen. Al terminar la visita �ramos desnudados uno a uno en el ba�o, teniendo que flexionar las piernas en posici�n de cuclillas para verificar que no tenemos algo en el ano. Faltando unos 15 d�as para mi libertad que s�lo supe el d�a que sal� cuando me mandaron a ba�ar, colocaron un teniente en mi celda y para que usted tenga una idea, en oportunidades yo lo ten�a que tranquilizar y decirle que respirara poco a poco por el efecto del aire viciado. El aislamiento para ellos es una forma adicional de tortura.

-�Por qu�?

-Imag�nese c�mo ser� eso,que yo le dec�a a mi esposa que prefiero estar hacinado a s�lo, porque es terrible ver c�mo pasan los d�as y usted s�lo puede pensar o rezar.

-�C�mo fue su detenci�n?

-Me detuvieron dici�ndome en mi casa que era una entrevista. Y el trato no solo fue inhumano, sino que me metieron en una peque�a oficina de dos por dos con una silla rota, sin ventilaci�n, cuatro l�mparas potentes y pintada de marr�n paredes y techo. Ya all� comienza la tortura. All� pas� desde las cinco de la tarde hasta la una de la ma�ana, sin comer, sin tomar agua y sin explicaciones. A la una de la madrugada, cuando lleg� la orden de aprehensi�n, me pasaron a la celda, por supuesto sin agua y sin haber comido. Y a�n as�, puedo confesar que me considero afortunado.

-�Afortundado?

-Si. All� ten�a dos meses un General, un palo de hombre, solo por ser amigo del General Baduel y siendo 10 a�os mayor que yo, bajo y de contextura delgada, hab�a rebajado 20 kilos y no se le permit�a de manera humanitaria que su familia le llevase alg�n suplemento. Esas personas me dieron la fuerza para resistir y en la soledad de la celda, rezar. No me imagino a alguien que no crea en Dios, sobrevivir en un sitio as�. Para que algunos compa�eros se distrajeran les escrib�a en papel fragmentos de la Biblia de los que levantan la moral y se los pasaba, cuando pod�a, por debajo de la puerta.

-S� que no hay la m�nima consideraci�n para la atenci�n m�dica. Qued� demostrado con el caso de Nelson Mart�nez, ministro y presidente de Pdvsa.

-No se pueden tener pastillas ni medicina en la celda. Si le duele la cabeza o ante cualquier otro problema, solo tendr� la medicina si se lo permite el custodio de guardia y se toman de sus pertenencias que son guardadas en otro lugar. Al cerrar las celdas en la noche no entra nadie hasta el otro d�a, no hay manera de ser atendido en caso de cualquier emergencia, incendio u otra cosa.

-�C�mo eran los custodios?

-La mayor�a son formados en Cuba, de acuerdo a sus propios comentarios. Cuando abren la puerta para dar de comer, no la abren totalmente, s�lo lo suficiente para pasarle el tuper de pl�stico con la comida, mientras un funcionario lo graba con una c�mara como para dejar constancia que comi�. Ah� se come con cubiertos pl�sticos que limpiamos con servilleta al terminar y los colocamos de nuevo en una bolsita con nuestro nombre. Cuando se les olvidaba los cubiertos, en vez de regresar los 20 metros donde se depositan, simplemente nos pon�an a comer con las manos. Cuando cierran la puerta que posee dos grandes bisagras lo hacen con fuerza, yo no entend�a por qu� y despu�s entend� que, hasta esa insignificancia, formaba parte de toda esta tortura blanca.

-�Usted lo sent�a as�?

-Si, es brutal el efecto psicol�gico de ver cerrar de nuevo la puerta hasta la pr�xima comida, o hasta el d�a siguiente con un fuerte golpe. No saber si es de d�a o de noche, no saber qu� hora es, ya que no permiten relojes; escuchar s�lo el ruido del aire que a veces se apagaba y el sofocamiento aumentaba. No soy vengativo pero de verdad le digo que estas personas han hecho mucho mal.