Tres factores desestiman el incremento
21/04/2019 - 08:31:47
El D�a.- El crecimiento anual del Producto Interno Bruto (PIB) en solo 4,7%, una tasa de inflaci�n promedio del 1,51% y un d�ficit fiscal que ronda el -7,8%, son tres factores que en suma desestiman cualquier posibilidad de un incremento salarial para este a�o. Para el economista Germ�n Molina, esas variables macroecon�micas son fundamentos b�sicos que un gobierno responsable con el pa�s y su poblaci�n, debe encarar y no aventurarse en subir salarios, por motivaciones electorales y caprichos de sectores sociales.
Sin embargo, como todos los a�os, la Central Obrera Boliviana (COB), como m�xima representaci�n de los trabajadores del pa�s, en su pliego petitorio presentado al gobierno de Evo Morales, ha pedido un incremento del 10% al salario m�nimo y 12% al salario b�sico.
"Es un pedido que difiere de lo que realmente puede conseguir porque saben que vivimos una desaceleraci�n econ�mica, ralentizaci�n del crecimiento econ�mico, o enfriamiento econ�mico de Bolivia y una baja inflaci�n muy diferente respecto a su percepci�n sobre la inflaci�n", precisa en su an�lisis Molina.
En tanto para el economista Carlos Schlink, subir salarios como lo pide la COB, es hacer un papel irresponsable con la econom�a del pa�s. "Hay que hacer necesariamente una media de la inflaci�n y el crecimiento econ�mico. No se puede admitir incrementos alegremente o por cuestiones electorales. Amerita ser responsables", precisa.
Evo y los aumentos salariales. Entre el 2006 y 2018 el gobierno de Evo Morales ha mejorado los salarios de manera notoria. Los indicadores, en ese contexto, dan cuenta que el salario m�nimo creci� de constituir el 2006 solo en Bs 500 hasta alcanzar el 2018 a Bs 2060, cuyo crecimiento en 12 a�os fue de 312%.
El a�o que m�s se increment� fue el 2012, en pleno auge de la bonanza econ�mica con 22,6%. Asimismo, el 2013 y 2014 el aumento mantuvo el nivel del 20%, el contraste fue el 2018, solo se increment� en Bs 60 al establecido el 2017 en Bs 2.000, con solo 3%.
En cambio, entre el 2006 y 2018 el incremento al salario b�sico o a la "masa salarial", tuvo un acumulado en el orden de 106%. En ese periodo de 12 a�os, el 2008 y el 2012, se registr� el incremento m�s alto, con un 12%.
En general, el promedio del incremento estuvo por encima del 5,0%, incluso el 2018 cuando la econom�a el 2017 hab�a ca�do en una notoria desaceleraci�n, el gobierno forz� el incremento con un 5,5%, pese a los reclamos del sector empresarial del pa�s y las peque�as y medianas empresas.
Pero el aspecto m�s relevante, como efecto de los incrementos constantes durante los �ltimos 13 a�os del gobierno de Morales, es el crecimiento del salario en el sector p�blico.
Entre el 2006, seg�n presupuesto ejecutado en esa gesti�n se destin� Bs 7.379 millones para el pago de sueldos y salarios en todo el sistema p�blico. A partir de entonces, el crecimiento, cada a�o fue vertiginoso, al situarse el 2018 en Bs 38.444 millones. El gasto p�blico en ese contexto creci� en al menos en 426%, casi seis veces m�s.
En tanto, Jimena Le�n y Jos� Alberti, ambos economistas, se�alan que el incremento salarial llevado adelante en los �ltimos a�os, solo ha incidido en el fondo a la precarizaci�n laboral, la falta de inversi�n privada y la apertura de nuevos empleos.
"El salario es un precio, uno de los m�s importantes de la econom�a. Y si esos precios son determinados por cuestiones electorales o exigencias intransigentes, sin apego a las normas econ�micas, bajo los principios de la oferta de la demanda y bajo las leyes de la negociaci�n, entonces estamos forzando a la inestabilidad laboral y la expansi�n del sector informal tan caracter�stico en nuestro pa�s", se�ala Alberti.
A su vez, Le�n, ve como muy razonable el pedido de la COB a nombre de los trabajadores como una aspiraci�n natural, pero en los hechos solo han puesto en duda el mercado laboral. "Un aumento salarial aumenta el cierre de empresas formales, evita que la clase trabajadora menos favorecida mejore su situaci�n, aumenta la informalidad, resta competitividad a la producci�n boliviana", enfatiza.
Salario del sector p�blico y d�ficit fiscal. Lo m�s llamativo, tal como reflejan los datos del Ministerio de Econom�a y Finanzas P�blicas, en el periodo de mayor ca�da de los precios de las materias primas y por consiguiente, de la constante desaceleraci�n econ�mica a partir del 2014, es cuando m�s se destina recursos para el pago de sueldos y salarios en el sistema p�blico. Dicho de otra manera, dicen los economistas, no se hicieron ajustes por atenuar el presupuesto para el pago de sueldos y salarios del sector p�blico.
El 2014, el pago en el sistema p�blico alcanz� a Bs 27.922 millones, en tanto al 2018 esa cifra creci� en m�s de Bs 10.000 millones, con un incremento del 39%.
Seg�n el economista Schlink, eso incide directamente en el comportamiento fiscal, que en los hechos ha hecho que el d�ficit fiscal se sit�e en los �ltimos a�os en -7,8%. "Pasa que el aparato estatal se ha triplicado de ser 180 mil empleados se ha agrandado a 600 mil, eso no puede darse. En eso el gobierno debe tomar decisiones y hacer ajustes que inciden en el d�ficit fiscal. Pero de ninguna manera tiene que ver con la medici�n para el incremento salarial", enfatiz�.
En la misma l�nea, Molina en su an�lisis, revela que adicionalmente el Sector P�blico No Financiero (SPNF) en el per�odo 2013-2017 acumul� un d�ficit fiscal de 22,6 por ciento del PIB. Eso significa que supera todo lo ahorrado anteriormente y como resultado eso deriva a que no se tiene espacio fiscal para pol�ticas p�blicas con fundamentos y principios econ�micos. "Eso no permitir�a aceptar la solicitud de la COB de un incremento salarial superior al 7 por ciento porque elevar�a a�n m�s el d�ficit fiscal", argumenta.
Un hecho m�s complejo que antes. La situaci�n es a�n m�s compleja, tomando en cuenta que el pa�s en los �ltimos 13 a�os de gesti�n del gobierno de Evo Morales, en un periodo de gran bonanza econ�mica hasta el 2014, ha mantenido su matriz productiva basado solo en el extractivismo basado en el gas, la miner�a y los productos no tradicionales, pero sin poder lograr la diversificaci�n de su econom�a.
Seg�n los expertos, todo eso se ha agravado con el panorama pa�s. La escasa inversi�n privada, una alta precarizaci�n del empleo con calidad y una cada vez m�s baja productividad laboral, explica esa realidad. El 2015, un a�o despu�s de la ca�da de los precios de las commodities (materias primas) y el fin de la bonanza econ�mica, seg�n estudios del BID (Banco Interamericano de Desarrollo) Bolivia ocupaba 9,4% lugar entre 14 pa�ses de la regi�n respecto a productividad laboral.
De esa fecha hasta hoy la brecha sigue con �ndices negativos. La alta informalidad de la econom�a, el escaso nivel de formaci�n de sus recursos humanos y una d�bil innovaci�n tecnol�gica, inciden de manera directa en esa situaci�n. Pero en el fondo desnuda la falta de pol�ticas que impliquen una verdadera transformaci�n y diversificaci�n de la econom�a.
