Cómo saber cuándo es momento de decirle adiós a tu mascota
21/03/2019 - 15:46:20
Infobae.- Hace casi catorce a�os, mi hija y yo est�bamos de luto por la muerte de mi madre y parec�a que nada pod�a levantarnos el �nimo. Despu�s tuvimos a Fluffy, una cachorrita saltarina color gris con blanco, y todo cambi�.
Fluffy nos mantuvo ocupadas con tapetes para orina y juguetes ruidosos. Nos hac�a re�r a pesar de nuestra tristeza y las nubes grises de pena comenzaron a despejarse.
A lo largo de los a�os, nuestra bola peluda de 4,5 kilogramos fue una constante en nuestras vidas. La vest�amos con su�teres festivos, celebr�bamos su cumplea�os y la rega��bamos por robar comida del plato del gato. Pero en las semanas recientes, a medida que nuestros paseos se volv�an m�s lentos y sus siestas se alargaban, se volvi� claro que nuestro tiempo juntas se terminar�a. Esperaba que, al final, Fluffy tuviera una muerte natural y se quedara dormida para siempre en su coj�n favorito.
Una muerte natural es lo que muchos de nosotros les deseamos a nuestras mascotas. Son miembros de nuestra familia, parte de nuestra vida y, para muchos de nosotros, la idea de la eutanasia nos parece inconcebible, as� que nos aferramos a la idea de que es deseable una muerte natural.
Sin embargo, mi veterinario me aconsej� que mi teor�a del fin de su vida no era realista. En la mayor�a de los casos, una muerte natural, me dijo, implica sufrimiento prolongado que no siempre vemos, porque los perros y los gatos son m�s estoicos que los humanos cuando se trata de dolor.
Alice Villalobos, una veterinaria proveniente de Hermosa Beach, California, especializada en oncolog�a, dijo que muchos due�os de mascotas idealizan una muerte "natural" sin pensar en lo que realmente significa. Un animal fr�gil, se�al�, no dura mucho en la naturaleza.
"Cuando los animales fueron domesticados renunciaron a la libertad de ponerse bajo un arbusto para esperar a morir", dijo Villalobos. "Muy pronto se vuelven parte del plan maestro de la madre naturaleza a causa de los depredadores o el clima. Sin embargo, en nuestras casas los protegemos de todo, por lo que pueden vivir mucho tiempo, a veces demasiado".
Villalobos ha dedicado su carrera a ayudar a los propietarios de mascotas a navegar los asuntos del fin de la vida. Cre� un hospicio de animales que llama Hospatitas. Acu�� el t�rmino porque no quiere confundir los cuidados terminales de los animales con las decisiones que tomamos en un hospicio humano.
Su programa se enfoca en extender la calidad de vida de la mascota. Eso podr�a significar tratar un c�ncer "de manera amable y gentil", coment�. Puede implicar cuidados compasivos como dar fluidos, ox�geno o analg�sicos. En algunos casos, podr�a implicar alimentar a mano a las mascotas d�biles o tomar en brazos un animal y llevarlo hacia un recipiente con agua o a un arenero. Finalmente, dijo, implica una "muerte digna".
Villalobos ha defendido lo que llama "eutanasia enfocada en el v�nculo", la cual permite que el propietario de la mascota est� presente y desempe�e un papel reconfortante durante el procedimiento. Tambi�n ha defendido la eutanasia con sedaci�n, la cual pone a dormir placenteramente al animal antes de aplicar un medicamento letal.
Para ayudar a los propietarios de mascotas a tomar decisiones sobre los cuidados al final de la vida, Villalobos desarroll� una herramienta de decisi�n basado en siete indicadores. En una escala de cero a diez, en la que cero es la peor situaci�n y diez la mejor, se le pide al due�o que eval�e las siguientes categor�as:
� Dolor: �El dolor de la mascota se regula exitosamente? �Est� respirando con facilidad o le cuesta trabajo?
� Hambre: �La mascota est� comiendo lo suficiente? �Ayuda darle de comer con la mano?
� Hidrataci�n: �Est� deshidratada?
� Higiene: �La mascota puede permanecer limpia? �Est� sufriendo de �lceras causadas por permanecer acostada?
� Felicidad: �La mascota expresa alegr�a e inter�s?
� Movilidad: �Puede levantarse sin ayuda? �Tropieza?
� M�s: �La mascota tiene m�s d�as buenos que malos? �A�n es posible tener un v�nculo humano-animal saludable?
Villalobos dice que los propietarios de mascotas deben hablar con su veterinario sobre las maneras en que pueden mejorar la vida de una mascota en cada categor�a. Cuando los propietarios de mascotas se acercan al final de la vida de esta manera, a menudo se sorprenden con lo mucho que pueden hacer para mejorar la calidad de vida de la mascota, coment�.
Al revisar la escala con frecuencia, los propietarios de mascotas pueden evaluar la calidad del cuidado hospitalario de la mascota y calibrar el declive en la calidad de vida del animal. La meta debe ser mantener un total de 35 o m�s puntos. A medida que el n�mero comience a bajar a menos de 35, la escala puede usarse para ayudar al propietario de una mascota a tomar una decisi�n sobre la eutanasia.
"La muerte natural, por mucho que la gente desee que suceda, quiz� no sea gentil ni f�cil ni pac�fica", agreg� Villalobos. "La mayor�a de la gente preferir�a asegurarles una muerte pac�fica a sus mascotas. Tan solo est�s ayudando a que la mascota se separe de su grupo, como lo habr�a hecho en la naturaleza".
Descubr� la escala de Villalobos mientras estaba buscando respuestas para Fluffy en sus �ltimas semanas. Cuando se levantaba, a menudo tropezaba y parec�a confundida. A veces, de noche, la escuchaba quejarse.
Me hab�a comunicado con dos servicios de veterinarios a domicilio, Vetted.com e Instavet.com, que ofrecen asesor�a compasiva y confirmaron mis temores de que no hab�a tratamientos disponibles para mejorar su padecimiento. Fluffy era una perra muy vieja y sospechaban que su declive era resultado de una combinaci�n de falla renal y del h�gado, pero no nos aconsejaron pruebas exhaustivas, puesto que los s�ntomas f�sicos eran evidentes. Una veterinaria que nos visit� le dio a Fluffy fluidos subcut�neos para ayudar con la deshidrataci�n y ponerla m�s c�moda y me aconsej� pasar un �ltimo d�a feliz con mi mascota antes de llamarla para una visita final que terminara con su sufrimiento.
Confi� en su juicio, pero mis l�grimas y el hecho de que Fluffy a�n com�a un poco y mov�a la cola cuando la acariciaba nubl� mi mente. Recurr� a la escala del final de la vida y pude ver lo mal que estaba, a pesar de que mov�a la cola. Acept� el consejo de mi veterinaria y pas� un d�a tranquilo con Fluffy; le di la comida de gato que tanto le gustaba, sin rega�arla. Volv� a revisar la escala varias veces, solo para recordarme que estaba haciendo lo correcto. La escala me permiti� llevar a cabo una evaluaci�n m�s imparcial de Fluffy y fue una fuente importante de alivio durante un momento muy dif�cil.
No fue una decisi�n f�cil ni placentera, pero fue la decisi�n adecuada. Al final Fluffy dej� el mundo recostada en su coj�n favorito, justo como yo lo hab�a esperado.
