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Paraguay es un paraíso fiscal para terroristas




15/02/2019 - 18:21:11
Infobae.- El Departamento de Justicia de Estados Unidos design� el a�o pasado a Hezbollah, un partido pol�tico y grupo militante liban�s, como una organizaci�n criminal transnacional, gracias a su asociaci�n duradera y bien documentada con c�rteles de drogas de Am�rica Latina. Un punto clave de las operaciones de Hezbollah en el hemisferio oeste es la zona de la triple frontera de Argentina, Brasil y Paraguay, un santuario para todos los tipos de crimen organizado. Numerosos casos de financiaciones del terrorismo, lavado de dinero y tr�fico de drogas en los tribunales de EEUU implican la participaci�n de libaneses alineados con Hezbollah que operan ah�. Argentina y Brasil han mostrado una mayor preparaci�n para emprender acciones contra Hezbollah, pero Paraguay, el pa�s donde Hezbollah es m�s vulnerable a la acci�n, es el m�s reacio a reconocer el desaf�o.

El presidente de Paraguay, Mario Abdo Ben�tez, en el poder desde el pasado agosto, est� bajo presi�n para cambiar eso. A pesar de la promesa inicial, su administraci�n sigue plagada por los mismos problemas que sus antecesores no pudieron resolver, y viene un ajuste de cuentas. Este a�o, The Financial Action Task Force, una organizaci�n intergubernamental, evaluar� a Paraguay para valorar la efectividad de la lucha contra el lavado de dinero y los sistemas financieros antiterroristas, para lo cual el grupo establece est�ndares globales. Los pa�ses que fallan en esta evaluaci�n, como Ir�n y Corea del Norte, tienen que lidiar con restricciones engorrosas que impiden el comercio y la inversi�n.

Paraguay est� ahora considerando un paquete de medidas legislativas para mejorar su r�gimen de lucha contra el lavado de dinero y contraterrorismo. En cualquier caso, su principal desaf�o sigue siendo uno de implementaci�n. Asunci�n ha sabido desde hace mucho tiempo que necesita mejorar su r�cord. Ahora debe hacerlo o enfrentar las consecuencias.

La administraci�n de Trump, al contrario de sus predecesores, le ha dado la debida atenci�n a Paraguay. El primer viaje de un alto funcionario a Latinoam�rica despu�s de la elecci�n de Trump fue a Paraguay. Si bien muchos puestos de embajadores en Am�rica Latina permanecen vacantes, Washington r�pidamente nombr� a un diplom�tico de carrera para que fuera el enviado de EEUU en Asunci�n. Los funcionarios del Tesoro de los EEUU tambi�n visitaron Paraguay el mes pasado para transmitir un mensaje claro: los que financian el terrorismo y lavan dinero para el crimen organizado pagar�n un alto precio. Paraguay necesita hacer su parte.

A pesar de su voluntad de trabajar con EEUU, los l�deres de Paraguay han minimizado desde entonces la amenaza de la presencia de Hezbollah en su pa�s. El ministro de Relaciones Exteriores, Luis Castiglioni, expres� dudas y pidi� p�blicamente pruebas. El ministro del interior rest� importancia al problema. Incluso el presidente de la Corte Suprema intervino y dijo que no hab�a pruebas de que Hezbollah estuviera financiando al terrorismo.

Despu�s, como para agravar el problema, Abdo trat� de vender su pa�s como un para�so fiscal, haciendo alarde de sus bajas tasas de impuestos en el Foro Econ�mico Mundial de 2019 en Davos, Suiza. "Es casi un para�so fiscal" dijo.

Est� en lo cierto. Paraguay se ajusta a la definici�n de para�so fiscal de la Organizaci�n para la Cooperaci�n Econ�mica y el Desarrollo: "un pa�s que impone un impuesto bajo o nulo, y que utilizan las corporaciones para evadir el impuesto que de otro modo tendr�an que pagar en un pa�s con tributos altos. Los para�sos fiscales no tienen "ning�n impuesto o solo nominales; falta de intercambio efectivo de informaci�n; falta de transparencia en el funcionamiento de las disposiciones legislativas, legales o administrativas".

Como es l�gico, los para�sos fiscales est�n atrayendo cada vez m�s a organizaciones criminales, evasores de impuestos y oligarcas corruptos saqueando los recursos de sus pa�ses, junto a compa��as e individuos ricos que buscan evitar los impuestos. Parte de la raz�n por la cual las redes de financiaci�n il�citas de Hezbollah operan en el �rea de la triple frontera es que Paraguay carece de transparencia. La informaci�n sobre los due�os de las propiedades corporativas es virtualmente inaccesible, mientras la pr�ctica de beneficiar a los propietarios -disfrutando de los beneficios sin aparecer en los registros de la empresa- est� altamente extendida. La corrupci�n es desenfrenada, incluso para los est�ndares latinoamericanos; la clase pol�tica del pa�s est� plagada por conflictos de intereses, y el sistema judicial sigue propenso a la corrupci�n y al nepotismo.

Seg�n el informe recientemente publicado "Transparency International Corruption Perceptions Index 2018", Paraguay solo funciona mejor que Venezuela (que est� a la par con Bolivia) entre las naciones de Am�rica del Sur. Ocupa el puesto 132 de los 180 pa�ses evaluados. Hay buenas razones para eso.

Para empezar, las �lites que dirigen el pa�s corren el riesgo de que sus intereses econ�micos entren en conflicto con sus responsabilidades pol�ticas, por la sencilla raz�n de que no est�n obligados a vender sus activos o encerrarlos en fideicomisos una vez que ingresan al servicio p�blico. Mar�a Epifan�a Gonz�lez, quien dirige la unidad de inteligencia financiera del pa�s luego de una distinguida carrera en el Banco Central de Paraguay, est� casada con un miembro de la junta de uno de los bancos m�s grandes de Paraguay. Este no es un caso aislado. El ministro de la Corte Suprema, Antonio Fretes, tiene una participaci�n importante en otro banco, oficialmente a nombre de su hijo. La lista contin�a.

Cuando se enfrentan a tales preocupaciones, los l�deres paraguayos parecen desconcertados. Afirman no entender cu�l es el problema. Sin embargo, en un pa�s donde el lavado de dinero, la falsificaci�n, el tr�fico de drogas y el contrabando de cigarrillos constituyen una parte importante de la econom�a, los encargados de combatir la delincuencia financiera deben ser irreprochables. Esto es especialmente preocupante a la luz en tres casos judiciales en que EEUU donde se denuncia falsificaciones, lavado de dinero y v�nculos de tr�fico de drogas entre el �rea de la triple frontera y los EEUU, con posibles v�nculos con Hezbollah y c�rteles sudamericanos. Estos casos apuntan a los bancos locales y casas de cambio como los conductos para flujos financieros il�citos. Incluso si los propios bancos no son c�mplices a sabiendas, la facilidad con que el crimen organizado y quienes financian el terrorismo se aprovechan del sistema financiero paraguayo revelan deficiencias estructurales en los campos de la debida diligencia, las pr�cticas de conocimiento de sus clientes y las medidas contra el lavado de dinero.

Las autoridades paraguayas deben hacer un mejor trabajo patrullando el sistema financiero de su pa�s. Para que eso suceda, los funcionarios paraguayos a cargo de investigar delitos financieros deben resolver los conflictos de intereses para que puedan llevar a cabo su misi�n sin temor o favores.

La inseguridad judicial agrava a�n m�s el problema. Las grandes investigaciones sobre supuestos esquemas de lavado de dinero con posibles conexiones de financiamiento del terrorismo con frecuencia no llegan a juicio. En noviembre, el peri�dico paraguayo ABC Color vincul� a Hezbollah con la investigaci�n del "megalavado" de 2016 ("mega-wash") que descubri� el mayor plan de lavado de dinero en la historia del pa�s. Queda por ver si el supuesto esquema benefici� al grupo terrorista. En cualquier caso, el Departamento de Estado de EEUU lo consider� una se�al de que Paraguay no ha combatido el lavado de dinero. Han transcurrido m�s de dos a�os desde que las autoridades paraguayas realizaron redadas contra los presuntos autores. Los fiscales a cargo del caso han sido reemplazados varias veces, incluso, m�s recientemente, durante las vacaciones de Navidad. No ha habido acusaciones ni exoneraciones.

Otro caso, "megaevasi�n", que involucr� a 285 compa��as acusadas de estafar al estado, ha esperado m�s tiempo un resultado por parte de la justicia. El �nico progreso, si se puede llamar as�, en una investigaci�n, por lo dem�s estancada, ha sido el reciente intento de un juez, ahora eliminado de su funci�n, de exonerar a algunos de los sospechosos.

Los casos estancados frecuentemente conducen a la liberaci�n de sospechosos. Algunos de ellos se encuentran con la dura justicia del mundo del crimen organizado. Ese fue el caso de una red de narcotraficantes en el �rea de la triple frontera vinculada a Hezbollah, expuesta entre agosto de 2016 y mayo de 2018 por las fuerzas de seguridad paraguayas que trabajan con la Administraci�n de Control de Drogas de EEUU. Los funcionarios paraguayos habitualmente promocionan la operaci�n como una se�al de �xito, as� como una prueba de su seriedad en la lucha contra el crimen organizado. De hecho, lo opuesto es verdad. De los cinco individuos arrestados, solo uno, Ali Issa Chamas, fue extraditado a los Estados Unidos y finalmente sentenciado. En contraste, de los cuatro que permanecieron en Paraguay, solo uno, Georges Rahme, permanece bajo custodia. Dos escaparon de la c�rcel, probablemente ayudados por funcionarios locales corruptos, en diciembre de 2017. Un cuarto, Akram Abd Ali Kachmar, fue liberado de la c�rcel poco despu�s de su arresto y nunca fue procesado. Hace dos semanas, lo encontraron muerto en su apartamento en lo que parec�a que pudo haber sido un trabajo mafioso. El forense lo descart� r�pidamente como un ataque al coraz�n.

El presidente Abdo argumentar� de forma comprensible que no es su trabajo interferir en el curso de la justicia. Tiene raz�n: el ejecutivo no debe interferir. Pero con demasiada frecuencia, lo hace. El vicepresidente de Abdo, Hugo Vel�zquez Moreno -�l mismo ex fiscal- se puso del lado de un miembro del parlamento encarcelado que est� implicado en un caso de crimen organizado de alto perfil, y presiona p�blicamente a los fiscales. Durante los �ltimos d�as en el cargo del predecesor de Abdo, Horacio Cartes, la Interpol emiti� una orden de arresto internacional en nombre de Brasil contra un amigo cercano de Cartes, Dar�o Messer. Messer, de qui�n se cree est� escondido en Paraguay, est� siendo investigado como la cabeza de un plan de lavado de dinero multimillonario. Sin embargo, a las autoridades paraguayas les tom� d�as hacer cumplir la orden, d�ndole suficiente tiempo para que desaparezca. �l todav�a est� en libertad.

Esto no quiere decir que todos est�n por encima de la ley. La oficina del fiscal general ha lanzado en los �ltimos meses muchos casos de alto perfil que apuntan a pol�ticos corruptos, incluso contra el ex fiscal general. Sin embargo, no hay garant�a de que estos casos lleguen a la etapa del veredicto. Mientras tanto, los fiscales est�n sujetos a intimidaci�n y presi�n pol�tica.

Estados Unidos deber�a tomar medidas concretas para empujar a Paraguay en la direcci�n correcta. Desde que ocupa la presidencia del Grupo de Acci�n Financiera hasta el 30 de junio, Washington desempe�ar� un papel principal en la pr�xima evaluaci�n del pa�s del guardi�n del lavado de dinero. Dejando de lado las promesas de reforma legislativa, Paraguay debe mejorar su desempe�o en �reas cr�ticas para garantizar un resultado positivo para la evaluaci�n, una tarea casi imposible en tan poco tiempo.

Como m�nimo, los Estados Unidos deben dejar en claro las consecuencias que enfrentar�a Paraguay si no muestra un progreso en el procesamiento de casos sospechosos de lavado de dinero y financiamiento del terrorismo. Asunci�n debe abordar la falta de transparencia, no solo combatiendo la corrupci�n generalizada y fortaleciendo el imperio de la ley, sino tambi�n abordando problemas como la titularidad real de las empresas, exigir la transparencia de los nombramientos pol�ticos, establecer reglas claras para minimizar los conflictos de intereses y aislar a los fiscales. Mientra tanto, los fiscales y miembros de la justicia son proclive a presiones pol�ticas.

Mientras tanto, Washington no debe esperar a que Paraguay compagine sus palabras de compromiso con las acciones que deber�a haber tomado hace mucho tiempo. En su lugar, deber�a tomar una p�gina del libro de jugadas de la administraci�n Obama en el caso del Banco Canadiense Liban�s de 2011, que involucr� una vasta red mundial dirigida por el facilitador de Hezbollah Ayman Joumaa para lavar dinero para los carteles de la droga colombianos y mexicanos. Luego, el Departamento del Tesoro design� al banco como una entidad de inter�s primario de lavado de dinero en virtud de la Secci�n 311 de la Ley Patriota. Los golpes combinados de esa designaci�n y los procesos penales de los Estados Unidos en �ltima instancia forzaron al banco a cerrar el negocio.

La misma estrategia podr�a funcionar con Paraguay. El Tesoro de los Estados Unidos podr�a dirigirse a instituciones financieras espec�ficas. Tambi�n podr�a indicar que tales designaciones son solo el comienzo, con todo el sistema financiero de Paraguay en riesgo de ser designado. Mientras tanto, el procesamiento de casos penales vinculados a Paraguay en los tribunales de los Estados Unidos expondr�a la magnitud del problema y aumentar�a la presi�n sobre Asunci�n. Este enfoque perjudicar�a incluso m�s que la perspectiva de una evaluaci�n negativa.

Paraguay debe elegir: ser un para�so fiscal tiene un precio. Hasta ahora, Asunci�n ha logrado aplazar el pago. Ahora se acab� el tiempo.

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