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Nostas a 13 años del Gobierno de Evo: es indudable que el modelo precisa de ajustes




23/01/2019 - 06:59:52
P�gina Siete.- A 13 a�os del Gobierno de Evo Morales, el presidente de la Confederaci�n de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Ronald Nostas afirm� que el modelo econ�mico implementado precisa ajustes pues est� impidiendo el desarrollo del sector privado. Observ� excesivas restricciones, pol�tica laboral y salarial inestable y contraria al empresario, presi�n tributaria, inseguridad, burocracia perniciosa entre otros aspectos que generan incertidumbre al momento de ejecutar inversiones.

En una entrevista con ANF afirm� que la aplicaci�n ortodoxa del modelo actualdej� temas pendientes como el contrabando, la informalidad, la burocracia, la falta de diversificaci�n e industrializaci�n -esto �ltimo reci�n se empez� a encararse-, adem�s de la pol�tica salarial, los d�ficit gemelos entre otros.

El modelo, basado solamente en la inversi�n p�blica, el mercado interno y en el manejo centralizado de todo el sistema, no puede mantener el crecimiento sin el apoyo del sector privado, advirti� el m�ximo representante del empresariado.

ANF: �C�mo eval�a el sector privado el modelo econ�mico implementado por el Gobierno de Evo Morales durante estos 13 a�os?

R.N: Nosotros hemos sostenido que el modelo econ�mico que se implement� en la actual gesti�n de gobierno, ha tenido resultados importantes, mientras los precios de los hidrocarburos y los minerales en el mercado externo eran altos; pero cuando esas condiciones cambiaron se empezaron a notar sus deficiencias. Ahora, cuando hay indicadores que apuntan a una transici�n de ciclo y contexto, es indudable que el modelo precisa de ajustes que permitan sostener el crecimiento e impulsen una nueva forma de producir riqueza, pero no solamente desde el Estado. La econom�a funciona, pero la pregunta es si tal como est� puede llevarnos distancias largas sin sobresaltos. El auge de recursos que vivimos durante la bonanza, dej� varios retos importantes rezagados, como la diversificaci�n econ�mica, el impulso a las exportaciones y la industrializaci�n, que va mucho m�s all� de la visi�n ligada a los recursos naturales. Estos a�os se creci� con el impulso al consumo interno y un caudal transitorio de rentas, como la del gas, pero se dej� de lado la promoci�n a la inversi�n privada y la visi�n de mercados globales, particularmente para productos no tradicionales. La aplicaci�n ortodoxa del modelo actualdej� temas pendientes como el contrabando, la informalidad, la burocracia, la falta de diversificaci�n e industrializaci�n (esto �ltimo reci�n se empez� a encarar), la pol�tica salarial, los d�ficit gemelos etc. y el modelo, basado solamente en la inversi�n p�blica, el mercado interno y en el manejo centralizado de todo el sistema, no puede mantener el crecimiento sin el apoyo del sector privado. Desde nuestra interpretaci�n, si el modelo est� impidiendo el desarrollo del sector privado, lo que hace es dificultar la formalizaci�n de la econom�a y el empleo, afectar la inversi�n, constre�ir a la industria manufacturera; precarizar a las pymes y mantenernos en el ciclo de las materias primas no renovables.

ANF: Al principio del primer Gobierno de Evo Morales hab�a mucha desconfianza por lo que suceder�a con las inversiones privadas, sobre todo extranjeras, �ese temor se ha superado?

R.N: Yo creo que el problema no es la confianza sino las condiciones para la inversi�n. Bolivia es un pa�s con muchas oportunidades para el capital privado extranjero por varias razones: ubicaci�n, diversidad geogr�fica, riqueza cultural, estabilidad, recursos naturales, costos y un mercado peque�o pero creciente. Sin embargo, es tambi�n evidente que Bolivia est� a la zaga de la captaci�n de inversi�n privada extranjera en comparaci�n con otros pa�ses. Este desbalance tiene que ver con varios factores asociados sobre todo a la visi�n que tiene el gobierno, respecto a la atracci�n, ingreso y aprovechamiento del capital privado extranjero. Excesivas restricciones, pol�tica laboral y salarial inestable y contraria al empresario, presi�n tributaria, inseguridad, burocracia perniciosa etc, pero sobre todo la permanencia de una idea en la cual el Estado debe manejar, administrar y ejecutar todo y que el sector privado es un actor de segunda categor�a que no puede opinar ni reclamar derechos, constituyen un panorama muy complejo que f�cilmente ahuyenta el inter�s de las empresas extranjeras en invertir, salvo aquellas que vienen por proyectos concretos. Temas como la informalidad, la presi�n salarial, la falta de un reglamento en la Ley de Inversiones y la Ley de Creaci�n de Empresas Sociales, son se�ales muy duras para el empresario nacional o extranjero en el momento de tomar decisiones sobre montos, condiciones y rubros para invertir y, de alguna manera, explican que la inversi�n se est� concentrando en muy pocos sectores de la econom�a. Se debe se�alar tambi�n la ausencia de incentivos para la inversi�n, que, a pesar de existir una ley de promoci�n de inversiones, esta no se ha concretado ni en incentivos sectoriales generales ni en los denominados espec�ficos. La inversi�n privada nacional subi� en una primera etapa, aunque varios factores tributarios, laborales, y de sobre regulaci�n limitaron mayor expansi�n. Creemos que Bolivia tiene condiciones �ptimas para atraer recursos; sin embargo, son las medidas que se toman las que parad�jicamente generan dudas y aumentan la incertidumbre para los inversionistas.

ANF: Detr�s del denominado modelo econ�mico, social, comunitario y productivo se ha visto que desde el Gobierno se ha impulsado la instalaci�n de empresas p�blicas que han ingresado hacer competencia a las ya establecidas del sector privado. �Esta competencia que en algunos casos fue llamada desleal ha desmotivado la iniciativa privada?

R.N. Una de las caracter�sticas de la aplicaci�n del actual modelo econ�mico, es la tendencia a la discriminaci�n sistem�tica que sufren las empresas del sector privado en comparaci�n con las empresas p�blicas, lo que se refleja en algunos �mbitos como la pol�tica laboral y salarial, la presi�n tributaria, el acceso a fuentes de financiamiento y la desprotecci�n frente a la informalidad y el contrabando. Pese a que manejan recursos p�blicos, si las empresas estatales quiebran, no se aplica la Ley de Empresas Sociales ni se producen juicios ni se confisca ning�n bien: el Estado absorbe los costos. Eso no ocurre con las privadas que, en esos casos son sujetos de juicios laborales, confiscaciones y p�rdidas, de las que muchas veces no podr� recuperarse.

En el tema salarial, los �nicos que est�n obligados a aumentar anualmente este beneficio son los privados; las entidades del Estado pueden hacerlo a su voluntad y, en el caso de las empresas p�blicas, se les permite tomar en cuenta factores como la disponibilidad de recursos, utilidades proyectadas y productividad. Otro �mbito que expresa esta discriminaci�n es el referido a la inmovilidad laboral. La norma establece estabilidad incondicionada para el trabajador en el �mbito privado, mientras en el �mbito p�blico �sta no es absoluta y depende de la capacidad de las entidades, el desempe�o de los trabajadores o las decisiones casi arbitrarias de las autoridades. Las empresas p�blicas, hoy se han convertido en un aparato econ�mico paralelo, destinado a competir con las empresas privadas formales, en un reducido mercado, fuertemente afectado por la informalidad y el contrabando. Adem�s de las ventajas anotadas, se benefician con mecanismos muy cercanos al monopolio, ya que en algunos casos se obliga al sector p�blico a la contrataci�n exclusiva de sus servicios, dejando fuera al sector privado. Esta discriminaci�n no solo desmotiva la iniciativa privada, sino que contraviene el Art. 306 de la Constituci�n Pol�tica, que establece que los cuatro modelos de la econom�a se basan en principios como igualdad, justicia y equilibrio, pero adem�s est� generando un peligroso camino hacia la mayor informalizaci�n de la econom�a y el empleo, y a la precarizaci�n del sector.

1. Desde el Gobierno se ha dicho que el sector privado, sobre todo del sector financiero, es el que m�s dinero ha ganado en la �ltima d�cada, �coinciden desde la CEPB con esa percepci�n?

R.N: M�s all� que hay ciertas omisiones en las cifras que maneja el gobierno, el problema principal es que las utilidades no son uniformes ni iguales para todos, especialmente si consideramos regiones y rubros. Es evidente que en promedio, las utilidades en el sector privado, han aumentado en estos a�os, sin embargo, �stas est�n concentradas en pocas empresas; el 1,1 por ciento de padr�n de contribuyentes explica el 78,9 de las recaudaciones, donde el IUE es un componente central. De hecho, las utilidades agregadas han bajado y son menores que las de los a�os pico de la bonanza. Cuando se calcula la utilidad promedio, se puede apreciar una baja a partir de 2015, con una muy leve recuperaci�n en 2017. Con todo, el monto en valor absoluto de utilidad promedio es US$ 3.798 anual. Si consideramos los sectores, siete de 12, reportaron en 2017 crecimiento por debajo de 4.5% y seis departamentos tuvieron crecimiento inferior al 4,5%; Solo La Paz, Santa Cruz y Oruro lo superaron. Seg�n un estudio reciente, en 2017, las 300 empresas m�s grandes del mercado concentraron el 85% del total de los ingresos facturados en el pa�s. El 40% de los ingresos por ventas de las 300 empresas m�s grandes de Bolivia corresponden al sector terciario o de servicios. S�lo como ejemplo, hace algunas semanas, la C�mara Nacional de Industrias evidenci� una desaceleraci�n del crecimiento del PIB industrial, entre 3 a 3,5% a octubre de 2018, con un d�ficit de la balanza comercial del sector industrial manufacturero de $us 2.658 millones de d�lares, superior en 1,2% a similar periodo de 2017, debido a los altos costos laborales, el contrabando, la informalidad, y la desaceleraci�n de la econom�a nacional. Industria explic� que los rubros m�s afectados son los de alimentos, bebidas, textiles, manufactura de madera, cuero, cemento, metalmec�nica y farmac�utico. Cuando se analizan promedios, estas diferencias no se perciben y se distorsiona lo que realmente est� ocurriendo en el sector privado.

ANF: La relaci�n empresarios �Gobierno ha estado marcada por altibajos y momentos de tensionamientos en torno a negociaciones referidas al doble aguinaldo, incrementos salariales y otros aspectos, pero tambi�n se han dado acuerdos importantes con sectores como la agroindustria y exportadores (puertos alternativos). �Considera que en a�o electoral, estas fisuras puedan ser superadas o profundizadas?

R.N: El escenario que avizoramos es que la excesiva politizaci�n de la agenda nacional, puede dejar de lado la atenci�n a los temas econ�micos estructurales. Nuestra mayor preocupaci�n es que el gobierno siga con la pol�tica de presi�n al sector privado, a trav�s de medidas regresivas y muy perjudiciales como los segundos aguinaldos, el acoso impositivo y la pol�tica laboral inequitativa. Nos preocupa que se mantenga la negativa obstinada a realizar ajustes al modelo econ�mico, lo que seguir� incidiendo en una mayor precarizaci�n de las regiones de menor crecimiento, un aumento de la informalidad y un trato desigual y discriminatorio contra el sector empresarial. Una de las preguntas que frecuentemente se hace el sector privado es la sostenibilidad de un tipo de cambio anclado y los costos que podr�a representar el tomar medidas, o el no tomarlas.

Nos preocupa los temas urgentes que no han sido abordados como el dise�o de un plan para revertir la desaceleraci�n y los desbalances macroecon�micos; las medidas para apoyar a las regiones de menor desarrollo y a los sectores de la industria manufacturera; los efectos de la pol�tica salarial y el segundo aguinaldo; los mecanismos para avanzar en la formalizaci�n y; la generaci�n de una pol�tica seria, efectiva e integral para disminuir el contrabando. Es importante concluir la habilitaci�n plena de los puertos sobre el Atl�ntico y de Puerto Ilo y solucionar el tema de los productos gen�ticamente modificados; concluir los acuerdos para dar mayores oportunidades a las empresas nacionales en la construcci�n de las grandes obras de infraestructura y sobre todo encarar el tema de las alianzas p�blico privadas.

ANF: �El crecimiento econ�mico del que tanto se jacta el Gobierno de encabezar en Am�rica Latina refleja la realidad socioecon�mica del pa�s?

R.N: Yo creo que concentrarnos en el crecimiento del PIB como �nico indicador de bienestar es inadecuado, porque no permite ver las grandes diferencias en nuestra econom�a, especialmente si comparamos regiones y rubros. El problema con este crecimiento es que desigual, concentrado en pocos segmentos de la econom�a y sustentado con inversi�n p�blica y endeudamiento externo, puesto que se viene ahogando a la inversi�n privada con diversas medidas, tales como el Segundo Aguinaldo y otros costos que impiden su expansi�n.

En el an�lisis sobre la realidad econ�mica, es importante ver otras variables preocupantes como la baja en las Reservas Internacionales que marca una tendencia resultante de problemas m�s serios como la dependencia de divisas de pocos sectores primarios, el olvido a pol�ticas de promoci�n de exportaciones no tradicionales y la incoherencia macroecon�mica respecto del objetivo de mantener un tipo de cambio fijo con pol�ticas fiscal y monetaria expansivas. Otras variables que vienen generando preocupaci�n son las fiscales, con un d�ficit creciente que se financia con una acelerada subida en la deuda p�blica, en un entorno internacional en el que los organismos financiadores seguramente pondr�n mayor atenci�n a la capacidad de repago de nuestra econom�a. Por su parte, sectores clave que son generadores de rentas, como los hidrocarburos y la miner�a enfrentan problemas que, aunque exista voluntad y decisi�n para resolver, requieren tiempo para poder reaccionar.

En los �ltimos a�os el gasto p�blico ha crecido en consonancia con la l�gica del modelo de consumo y mercado interno, financiado con excedentes de exportaci�n que hoy ya no est�n disponibles en la magnitud requerida. Los presupuestos sub nacionales, en un adelanto a lo que podr�a pasar de manera m�s general, han tenido que ajustarse con graves consecuencias en empleo y con costo social. Ese es el mayor problema a enfrentarse, el reto de lograr sostenibilidad en el gasto social que es indispensable para el bienestar. Sin embargo, el bienestar depende tambi�n de la posibilidad de que los ciudadanos puedan generar ingresos y esto, a su vez, est� ligado a la impostergable necesidad de impulsar la inversi�n privada nacional.

ANF: �Cu�les debieran ser los desaf�os con miras no solo al 2019 sino a mediano plazo en materia productiva empresarial y pol�ticas p�blicas orientadas al sector?

R.N: Ya no se trata de aplicar algunas pol�ticas dispersas y sectoriales, sino de replantear seriamente la visi�n que el gobierno tiene respecto al rol del sector privado en el pa�s y que se articula a su vez con otros �mbitos fundamentales como la pol�tica salarial, la seguridad jur�dica, el impulso a la producci�n nacional, la disminuci�n del contrabando y la informalidad y el incentivo a la inversi�n privada. Hay varios temas que se deben enfrentar en el futuro inmediato y que en realidad son barreras que dificultad y hasta imposibilitan el crecimiento sostenido del aparato productivo nacional. El tipo de cambio, la innovaci�n y apropiaci�n tecnol�gica, el comercio exterior y los acuerdos para abrir mercados, el tema de puertos y las tendencias globales en el empleo, son todos aspectos que eventualmente exigen respuestas y posiciones claras desde el Estado. El problema esencial es la persistencia en un modelo que fue muy efectivo en la �poca de bonanza, pero que en la actualidad ya no puede dar respuestas a los grandes problemas que dej� pendiente la d�cada pasada.

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