Los juegos suramericanos muestra sus dos caras
25/05/2018 - 08:45:29
Diez.- La Villa Suramericana abri� ayer sus puertas a las delegaciones de los 14 pa�ses que participar�n en la versi�n XI de los Juegos Suramericanos con cosas buenas y malas cuando falta nada m�s que un d�a para la gran inauguraci�n del evento deportivo en la ciudad de Cochabamba. Para los deportistas nacionales, el complejo habitacional tiene ciertos aspectos que no son agradables para una buena estad�a en la Llajta.
Marcado por un gran contraste en la zona de la Tamborada, la villa se encuentra en el coraz�n de un sector, donde la gente es de escasos recursos y la fuente principal de sus ingresos es la agricultura. Solo basta ver que los caminos que conducen al complejo no son pavimentados y que el cemento reci�n comienza una vez que se ingresa al escenario.
Una vez all�, las siete hect�reas que comprende el terreno se dividen en el parqueo, el vel�dromo, el comedor, el estadio de atletismo, el hotel para jueces y la zona de los departamentos, esta �ltima con 14 bloques de 12 niveles para hospedar a los m�s de 4.000 deportistas que competir�n por ganar una medalla en los juegos.
DIEZ tuvo la oportunidad de ingresar al espacio que la organizaci�n otorg� a los atletas, donde todav�a existe una serie de falencias e incomodidades, pues cada departamento consta de tres habitaciones, de las cuales dos son para la misma cantidad de personas y la restante, para tres.
Los miembros de los cuartos dobles tienen que compartir un ba�o, mientras que los atletas de la habitaci�n triple cuentan con un sanitario para ellos. Adem�s, varios optaron por guardar su indumentaria en el suelo, abajo de las camas porque no hay roperos, sino un perchero para colgar ropa y eso no les abastece.
En la sala de espera, donde el espacio es ideal para desestresarse y usarlo para recreaci�n, est� decorado solo por una mesa de pl�stico con cuatro sillas, mientras que, en el ba�o, algunas duchas no estaban bien colocadas.
Algo que molest� a los deportistas y a sus entrenadores fue la orden que recibieron por parte de los encargados de seguridad, que decidieron separar a los hombres de las mujeres, sin importar que estos sean miembros del mismo equipo nacional. Por ejemplo, las chicas de bicicross comparten departamento con las de raquetbol, alejadas de sus compa�eros de selecci�n.
