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El nocaut que mató a tres personas y cambió la historia del boxeo




19/02/2018 - 11:42:25
Infobae.- Todo estaba listo para aquel combate del 12 de noviembre de 1982 en el Caesars Palace de Las Vegas. El predio contaba con una capacidad para 10 mil personas sentadas, las cuales ser�an testigos de qui�n iba a ser el campe�n de la categor�a "ligero" de la Asociaci�n Mundial de Boxeo (AMB). Sin embargo, terminaron siendo espectadores de algo mucho peor.

El estadounidense Raymond Michael Mancini, de 21 a�os en ese entonces, estaba listo para volver a defender el t�tulo que tanto hab�a anhelado conseguir. "Boom Boom", como lo apodaban, era un luchador excepcional: r�pido, potente y determinante. Lleg� a ser comparado con "el Rocky de la vida real", gracias a la publicidad que imparti� la cadena americana CBS, quien fue la encargada de transmitir la pelea.

El surcoreano Duk Koo Kim, dos a�os m�s grande, se convirti� en el contendiente n�mero uno, pese a no tener tanta trascendencia en el mundo del boxeo. Nunca hab�a participado en un evento fuera de su pa�s, sin embargo, en Corea, supo defender la corona de la Federaci�n oriental hasta en tres ocasiones. Su caracter�stica principal, la resistencia.

Despu�s de derrotar a Arturo Fr�as en una brutal pelea que dur� un round, en mayo de 1982, Mancini conquist� la divisi�n de peso ligero de la AMB, un sue�o que no pudo cumplir su padre Lenny, quien tambi�n fue un gran boxeador, producto de las lesiones que le dej� la segunda guerra mundial.

Todo era gloria para el oriundo de Ohio. En julio del mismo a�o retuvo el t�tulo frente al venezolano Ernesto Espa�a y llegaba de la mejor forma al 12 de noviembre de 1982.

Del otro lado, el asi�tico se desped�a de su madre Sun-nyo Yang y su prometida Young-mi Lee debajo de las puertas de embarque del aeropuerto de Corea. Antes de viajar por primera vez a Estados Unidos, "Gidea", como lo llamaban, acarici� el vientre de su mujer: estaba esperando un hijo.

Kim arrib� a Estados Unidos con un r�cord de 17-1-1 y 8 nocauts. �l sab�a que esa pelea iba a ser trascendental en su vida y fue por ello que se entren� como nunca antes. "Es mi �ltima oportunidad, no volver� a menos que gane. Mis opciones son ganar o morir", fue lo que le dijo el nacido en Se�l a su �ntimo amigo Bong-Min Jang, antes de subirse al avi�n.

El surcoreano se hab�a preparado f�sica, y sobre todo mentalmente, para esa tarde de noviembre. Antes del combate, Royce Feour, periodista de "The Las Vegas Review-Journal", lo visit� y le llam� la atenci�n unos caracteres escritos sobre la l�mpara que ten�a el luchador al costado de la cama: "Vive o muere".

Con esa convicci�n, Duk Koo Kim se present� en el cuadril�tero que hab�a preparado el Caesars Palace. En la otra esquina lo esperaba el campe�n de peso ligero de la AMB, quien era el favorito de los fan�ticos y contaba con el apoyo de la cadena televisiva que transmiti� el combate.

Tras las presentaciones de ambos, Richard Green, el �rbitro de la pelea, marc� el inicio del primero de los 15 rounds. El asi�tico, de pantalones amarillos, contra todas las expectativas, atac� primero y con el correr de los minutos se fue emparejando el asalto.

A medida que pasaban los rounds, como era de esperarse, Mancini comenzaba a imponerse. Sin embargo, cada golpe que recib�a Kim parec�a hacerlo m�s resistente, a tal punto que el entrenador y el Manager de Raymond quedaron sorprendidos por el f�sico del rival, al cual nada lo hac�a retroceder.

La campana del fin del d�cimo round se hizo escuchar y desde la esquina del norteamericano, el asistente Chuck Fagan exclamaba: "�Tenemos que matar a este tipo para pararlo!", debido a la entereza que mostraba su rival pese a ser v�ctima de los golpes del local.

Ante la ovaci�n del p�blico, que no pod�a creer lo que estaba sucediendo, se avecinaba el catorceavo asalto. En Corea, su mujer Young-mi Lee, quien sufr�a por tener un marido boxeador y se negaba a ver la pelea, intent� prender la televisi�n sin lograrlo por un desperfecto t�cnico.

Dicienueve segundos despu�s del asalto 14 lleg� el final. Duk Koo Kim besaba la lona tras recibir dos ganchos de izquierda y un brutal derechazo. Fiel a sus virtudes, y con evidentes signos de mareos, volvi� a levantarse pero el �rbitro le impidi� continuar.

Mientras Mancini festejaba una de las victorias m�s dif�ciles de su carrera, y la defensa del t�tulo con los fan�ticos y familiares, el incansable oponente era retirado inconsciente en una camilla hacia el Hospital Desert Springs.

Duk Koo Kim no ten�a funci�n cerebral, una tomograf�a computarizada revel� un hematoma subdural y un co�gulo de sangre en el lado derecho del cerebro, "suficiente como para llenar tres o cuatro onzas", aseguraba el doctor Lonnie Hammargren. Se llev� a cabo una operaci�n que dur� dos horas y media. "Gidea" hab�a entrado en coma.

Young-mi Lee, embarazada, se qued� en Corea. Al d�a siguiente de la pelea, su madre viaj� a Estados Unidos s�lo para confirmar la terrible lesi�n cerebral irreversible de su hijo. Al cuarto d�a, el 17 de noviembre, le pidi� a los m�dicos que desconectaran a su hijo de los aparatos que lo manten�an con vida. Tres meses despu�s, ella se suicid� bebiendo una botella de pesticida.

Pasaron los d�as y los meses, cuatro en total hasta que el nocaut se cobr� a la �ltima v�ctima. �l era Richard Green, el �rbitro de Luisiana que supo impartir justicia en peleas como la de Muhammad Ali vs. Larry Holmes. El primero de julio de 1983, el refer� de 46 a�os fue hallado muerto en su casa de North Las Vegas con un disparo en la cabeza que �l mismo se hab�a infligido.

A ra�z de la terrible tragedia, el Consejo Mundial de Boxeo tom� ciertas medidas e impuls� una nueva reforma en el estatuto: Los rounds de un combate por el campeonato se bajar�an de 15 a 12, se introdujo el conteo de ocho segundos y los luchadores se sometieron a pruebas m�dicas m�s estrictas.

Por su parte, la Cadena CBS cancel� las transmisiones de boxeo, despu�s de sentirse responsable de haber difundido en televisi�n nacional la muerte de un luchador.

Ray Mancini tampoco volvi� a ser el mismo, la culpa lo carcomi� y sucumbi� en la depresi�n. Perdi� arreglos con los patrocinadores y su carrera se le hizo cuesta arriba. "Hubo momentos en que Kim vino a mis sue�os. En uno de ellos, recuerdo que nos dimos la mano, nos abrazamos y se fue. No se si fui yo que de pensarlo tanto finalmente vino a m�, o si en realidad el vino para despedirse y descansar", recordaba a�os m�s tarde.

Jiwan naci� siete meses despu�s de la pelea, pero no fue hasta que cumpli� 29 a�os que vio el combate por completo. En 2011 conoci� al hombre que hab�a matado a su padre, producto de un encuentro que organiz� la producci�n de "The good son" (La pel�cula) y lo liber� de culpa: "Si todav�a se siente culpable por la lucha del pasado, si a�n lo molesta y lo hace sentir inseguro, ya no tiene que pensar de esa manera".

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