El día en que Elvis volvió a Europa
21/12/2014 - 16:15:58
Abc.es.- Bob Dylan tiene 73 a�os, como bien atestigua una voz cazallera, lija sabia. Paul McCartney, 72. Mick Jagger, 70, aunque sean de gimnasio y tinte. Roger Daltrey, 70, y esta semana tuvo que plantar dos conciertos londinenses que celebraban los 50 a�os de The Who en el O2 de Londres, porque la garganta no daba m�s. Elvis Aaron Presley nunca pasar� por esas penalidades. Dej� el mundo con 42 a�os para reencarnarse directamente en mito. Probablemente para su integridad art�stica fue mejor as�.
El 16 de agosto de 1977 Elvis ten�a que descansar como fuese, porque al d�a siguiente ofrec�a un concierto en Portland. As� que a primera hora de la tarde envi� a su hermanastro por dos veces a la farmacia y a las siete se retir� a la suite principal de su estramb�tica mansi�n, Graceland, en Memphis (Tennessee). A la ma�ana, su �ltima novia, una beldad llamada Ginger Alden, lo encontr� agonizando en el ba�o. La autopsia fue cruel. En la sangre del hombre que enamor� a Am�rica y al mundo con su voz d�ctil, extraordinaria y sus movimientos sensuales y sincopados, hab�a restos de code�na, morfina, valium, placydid, nembutal, butabarbital y quantum. Fue un adelanto del final de Michael Jackson, otro ni�o grande, pues todo hab�a sido recetado legalmente por su m�dico privado, un dentista de origen griego llamado George Nichapoulos. Elvis, en su campechan�a sure�a, lo resum�a en Nick.
Parad�jicamente, siete a�os antes, el 21 de diciembre de 1970, Elvis hab�a sido recibido en la Casa Blanca por "Dick el Tramposo", tambi�n conocido como el presidente Nixon. El cantante se postul� como ejemplo de valores patri�ticos y saludables para la juventud estadounidense y le pidi� una placa de la DEA, que lo acreditase como agente antidrogas honor�fico. Se lo concedieron, aunque era una bomba de barbit�ricos andante. Ante Nixon, Elvis se refiri� a los Beatles como un ejemplo de juventud "drogadicta y antiamericana".
Cinco a�os antes, los Beatles fueron a rendir pleites�a a Elvis a su mansi�n. Era el dios que hab�a iluminado la infancia de aquellos desarrapados de Liverpool. El encuentro no funcion�. "Recuerdo que eran unos chicos muy t�midos y no sab�an qu� decir, pero desde luego adoraban a Elvis. John se quedaba mir�ndolo tan fijamente que Elvis se sent�a molesto y acab� cogiendo un bajo y poni�ndose a tocar". Lo ha contado esta semana en Londres la exmujer del "Rey", Priscilla, que lo conoci� a los 14 a�os, en una base militar estadounidense en Alemania donde Elvis cumpl�a con el Ej�rcito. Fueron novios cinco a�os, se casaron y el matrimonio dur� un lustro.
Graceland, negocio global
El divorcio lleg� en febrero de 1972. Pero Priscilla es la madre de la �nica hija del "Rey", Lisa Marie, que ahora vive en Inglaterra, y ambas tuvieron la idea de convertir la dacha de Graceland en una eficaz m�quina de facturar. La casa-templo recibe m�s de 600.000 peregrinos al a�o, uno de los museos con m�s tir�n de Estados Unidos. Ahora aspira a convertirse en un negocio global y la primera parada es Londres. Elvis, que nunca cumpli� en vida con su sue�o de actuar ante sus fans ingleses, llega ahora por todo lo alto a la extraordinaria carpa de conciertos del O2 con la exposici�n "Directamente desde Graceland, Elvis", subtitulada "El Rey ha vuelto".
La muestra es apabullante, incluso para quienes no sean feligreses del culto al "Rey del Rock" (monarca tambi�n del country y del g�spel, y hasta de los est�ndares del cancionero de Sinatra, porque Presley era un cantante superior, que todo lo hac�a suyo y lo elevaba a otra dimensi�n, un don que conserv� hasta el final, cuando hier�tico, con sus buenas arrobas embutidas en sus horteroides trajes de campanas y lentejuelas, sudaba hinchado en el escenario sostenido por la qu�mica).
�White trash�
En Londres, previo pago de 21 libras de entrada, se puede ver su Cadillac (rosa, por supuesto), con el que viajaba en los tours de finales de los 50 y que luego regal� a su adorada madre, Gladys. All� est� la partida natal en Tupelo (Misisipi), el 8 de enero de 1935, en una familia de lo que los estadounidenses llaman con clasismo crudo "white trash". Vemos las fotos escolares. Un Elvis con malas notas y rub�simo, antes de que la industria lo obligase a te�irse, porque el fijador casa mejor con el pelo oscuro. Emociona ver los discos originales de Sun Records, el Grial del preyslerismo, los primeros que registr�, all� en el verano de 1954. Aquello fue una epifan�a, porque la verdad es que las cosas no iban bien para Elvis. �l sab�a que era una estrella y sus vecinos de Memphis lo intu�an, de lo contrario, �qu� hac�a aquel mocoso, un aprendiz de camionero, con una americana rosa y un guitarra en bandolera d�ndose pote por las calles del ritmo de Memphis? Pero lo cierto es que las dos primeras bandas a las que se ofreci� como cantante lo rechazaron, porque no se acoplaba a su repertorio.
El d�a en que Elvis volvi� a Europa
El guitarrista Scotty Moore cree que Elvis encontr� su propia voz con una especie de iluminaci�n, en la tarde del 5 de julio de 1954, cuando empezaron a versionear "That�s All right". "De repente, con esa canci�n, Elvis empez� a saltar y actuar como un loco. Bill, que tocaba el bajo, se volvi� loco tambi�n, y yo empec� a tocar con ellos. Sam [Phillips, el due�o de Sun Records], que estaba en el control, abri� la puerta y pregunt� qu� hac�amos. "No sabemos", le dijimos. Y respondi�: "Bueno, pues hacedlo otra vez"".
El despegue fue fulgurante. En 1956 graba su primer disco con RCA, ya bajo la batuta de su apoderado, el coronel Parker, una sanguijuela nacida en Holanda, que nunca hab�a sido militar y ostentaba ese grado solo por una merced honoraria de un excantante que hab�a llegado a gobernador de un Estado. Elvis acude a los shows televisivos de Sinatra y Ed Sullivan y alumbra una revoluci�n unipersonal. Es un negro blanco, sensual, divertido, con pinta de buen chaval, muy simp�tico, pero que anticipa un futuro que puede hacer temblar el establishment.
En el fondo, Elvis nunca quiso ser m�s que un entretenedor, el mejor cantante del mundo. Ni m�s ni menos. Carec�a de ambici�n creativa o subversiva. Pero eso no lo sab�a la prensa, que asist�a descolocada a su eclosi�n. "No tiene habilidades vocales discernibles. Su �nica habilidad son los movimientos corporales, identificables con las cabareteras rubias del g�nero burlesco", lo firm� un tal Jack Gould en la biblia de la progres�a, "The New York Times". Su colega el "New York Daily News" todav�a fue m�s duro: "Su animalidad deber�a ser confinada en un burdel". "Elvis de Pelvis", mote que espantaba al artista.
Aunque la industria seguir� editando discos que van directos al n�mero uno, en 1958 Elvis entra dos a�os en hibernaci�n, para cumplir con el Ej�rcito. Le honr� hacerlo con llaneza, como un recluta sometido al programa general. O m�s o menos: el momento del rape militar en la base de Arkansas fue seguido por 50 periodistas acreditados, im�genes que se pueden ver en la exposici�n. Tambi�n existe la oportunidad de cotillear sus uniformes de soldado y su macuto.
De vuelta de esa larga mili, que tambi�n lo llevar� a Alemania, el coronel Parker decide exprimir su gallina de los huevos de oro en el cine, sacrificando la calidad de los discos. Elvis rueda 33 pel�culas. Entre 1960 y 1967 su principal dedicaci�n es Hollywood. Son filmes cada vez m�s ins�pidos, en especial la saga hawaiana, pero curiosamente siempre rentables. Sin embargo, su credibilidad art�stica lo paga. Tras la aparici�n de Beatles y Stones, a finales de los sesenta Elvis semeja un chiste del pasado y vende cada vez menos discos. En 1968 da el que ser� su �ltimo gran golpe de genio. Se viste con un traje de cuero (esta vez negro, no rosa), que puede admirarse en la exposici�n de Londres, y graba un concierto en directo, titulado "Elvis ha vuelto". Realmente rubricar� su retorno: se emite en Navidad y arrasa. Muestra a un cantante vigente, moderno, vivo y sexy. Es el canto del cisne.
En sus a�os crepusculares, Elvis se refugia en el circuito de los casinos de Las Vegas. Aunque lo cierto es que siempre trabaj� muy duro. En 1969 ofreci� 57 conciertos en una residencia de cuatro semanas en el Hotel Internacional de la ciudad del juego. Es la etapa en la que descubre sus uniformes blancos de pantal�n acampanado, lentejuelas, cintur�n con dos �guilas y capa de forro rojo. La imagen de marca de su etapa de decadencia, un hito del fetichismo freak, trajes cuyas copias se venden en la tienda a la salida de la exposici�n por m�s de 1.200 libras.
Desvar�o barroco
La muestra, que se puede ver hasta el pr�ximo mes de agosto, no escatima el fascinante desvar�o barroco que es Graceland: su tel�fono dorado, sus carritos de golf Harley-Davidson para recorrer su jard�n sure�o, su kimono de karate y su cintur�n negro, del que tan ufano se sent�a, sus anillos y sus motos. El universo de un ni�o grande con un talento descomunal, que fue el "Rey" del rock, pero que de verdad quer�a cantar country y baladas, que tuvo como verdadera escuela las misas g�spel de los negros y sus clubes de R&B en Memphis. Un ni�o grande que cantaba como un dios, incluso cuando ya no pod�a m�s, ni con su cuerpo ni con el miedo de fallarle a su propio mito.
Priscilla, su viuda, ha dejado en Londres una pincelada indicativa de lo que deb�a ser el mundo interno de Elvis: "�ramos muy nocturnos. Nos qued�bamos despiertos toda la noche y desayun�bamos a las cinco de la tarde". Ve�an el show de Johnny Carson en la televisi�n y luego sal�an para el cine de madrugada. Por supuesto no a uno cualquiera: Elvis cerraba una sala para ellos dos solos y all� ve�an en privado y por adelantado los estrenos. "A veces hasta tres pel�culas en una noche". Caballos, coches y un avi�n privado al que bautiz� con el nombre de su hija completaban el mundo del cr�o de Tupelo, al que nunca le qued� grande el topicazo: �l s� fue un animal esc�nico.
http://www.abc.es/cultura/musica/20141221/abci-elvis-graceland-londres-objetos-201412211258.html
