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¿Es la religión el núcleo de los conflictos en el siglo XXI?




24/08/2014 - 18:26:41
Infobae.- Hace varios siglos, la separaci�n entre Estado e Iglesia desarticul� la "alianza entre el trono y el altar". Eso, por supuesto, no implicaba la eliminaci�n de esas instituciones, sino la destituci�n de lo religioso del �mbito de lo p�blico y su remisi�n al �mbito de lo privado. Las revoluciones burguesas ser�an en gran medida responsables de ese cambio.

Muchos a�os despu�s, contra los pron�sticos esperados, algunos de los conflictos internacionales en los que se involucran los Estados aparecen permeados por asuntos religiosos. "Despu�s de la formaci�n del Estado moderno, el mundo ha vivido el contraste entre sociedades donde el Estado se ha erigido en un elemento racionalizador y aquellas donde el Estado sigue subordinado a determinados sistemas de creencias religiosas", sostiene en di�logo con Infobae el doctor en Sociolog�a de la Universidad Paris 3, Gilberto Loaiza Cano.

El acad�mico piensa que, en realidad, ning�n Estado ha logrado la separaci�n definitiva entre la religi�n y la pol�tica. "Creo que es imposible lograrlo. Lo que tenemos ahora es el predominio p�blico de grupos extremistas que fundamentan sus comportamientos b�licos en dogmas religiosos. En esos casos, la religi�n funciona como un sentido com�n con gran eficacia publicitaria para reclutar odios y exacerbar resentimientos", opina.

La ofensiva israel� en Gaza contra Hamas y la presencia de un grupo extremista como el Estado Isl�mico (EI) en Irak y en Siria exhiben que, en el mundo moderno, los credos no se apartaron de la vida p�blica. Algunos, incluso, consideran que estamos en un escenario de "post-secularizaci�n".

"La secularizaci�n de la sociedad occidental no es el punto de destino, sino una etapa superada por otra nueva en la que se produce un nuevo protagonismo de las religiones de diversos modos: como marcadores identitarios transnacionales, como agentes de desarrollo de labores humanitarias y como actores de procesos de pacificaci�n. Pero, al mismo tiempo, el elemento religioso aparece tambi�n como uno de los componentes de la conflictividad: no puede ignorarse su existencia si se quiere obtener una visi�n completa de los problemas", explica a Infobae el Catedr�tico de Derecho eclesi�stico del Estado de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) Rafael Palomino.

El Consejo de Europa considera el fundamentalismo como una especie de "enfermedad de la religi�n"

Experto en el tema, Palomino dirige en la UCM el grupo Religi�n, Derecho y Sociedad, que investiga temas como la libertad religiosa, de conciencia y las organizaciones internacionales. "Estamos en un nuevo escenario de "des-privatizaci�n" de las religiones, las cuales se presentan en la esfera p�blica por derecho propio, y no necesariamente a nivel de grupos institucionales que pugnan por sus intereses como si fueran grupos de presi�n -se�ala-. Los creyentes religiosos se manifiestan como tales tambi�n fuera de sus comunidades. La religi�n no es un asunto de consumo privado: dej� de ser un aditamento que permanece en el recinto de lo privado, de la conciencia �ntima, para acompa�ar a cada uno adonde va".

�Qu� ocurre en las regiones donde la religi�n est� fuertemente implicada en los asuntos pol�ticos? "Como se comprob� en la Primavera �rabe, en los pa�ses de intensa influencia isl�mica hay una cierta confusi�n de planos, hasta el punto de que lo religioso tiene manifestaciones pol�ticas formales, como puede ser el caso de los partidos pol�ticos. Pero en Medio Oriente, no podemos olvidar este detalle: en un pa�s democr�tico como el de Israel, los partidos religiosos juegan un papel nada despreciable, de forma que a pesar de ser minoritarios resultan clave a la hora de adoptar decisiones parlamentarias y gubernamentales", indica Palomino.

Para Ang�lica Alba Cu�llar, docente e investigadora de la Universidad de Bogot� Jorge Tadeo Lozano, esa escisi�n entre las esferas pol�ticas y religiosas es propia de la modernidad occidental. "Pero en las sociedades no occidentales esta divisi�n no est� tan clara, algo que puso de relieve la importancia de la religi�n en los �ltimos a�os. En el mundo �rabe, desde los 1970, aument� la importancia de los grupos religiosos. Esto tuvo como punto de partida la Revoluci�n iran�", afirma.

En las �ltimas d�cadas hubo un resurgimiento de grupos yihadistas. Pero la confusi�n de planos no es privativa del mundo isl�mico. "Hay pa�ses occidentales en los que tambi�n se observa este fen�meno, como en Israel, que se autodefine como un Estado jud�o", ejemplifica.
Mohamed Elomar, el terrorista australiano que se uni� al Estado

Es particularmente en Medio Oriente donde, en pleno siglo XXI, se aprecia una importante presencia de grupos extremistas. En 1999, la Asamblea parlamentaria del Consejo de Europa dijo que el fundamentalismo es una especie de "enfermedad de la religi�n", ya que intenta trasladar el para�so desde el m�s all� al m�s ac�, lo quieran los dem�s o no.

"Los �ltimos acontecimientos relativos al extremismo han pasado de ser "algo que ocurre all� lejos", a ser un asunto que llama directamente a las puertas de nuestros hogares. El ejemplo de la reacci�n internacional un�nime por las redes sociales ante el desplazamiento masivo de cristianos en Mosul, ante las atrocidades cometidas en nombre de la religi�n, es llamativo", sostiene Palomino.

Alba Cu�llar se toma el trabajo de diferenciar a los distintos grupos radicales que, pese a tener una naturaleza terrorista, tienen metas diferentes. "Es muy claro que grupos islamistas fueron ganando terreno en conexi�n con la pol�tica. Hezbollah y Hamas son grupos m�s limitados. Al Qaeda tiene, en cambio, objetivos m�s amplios, menos limitados a un espacio geogr�fico". Tambi�n el EI se propone objetivos grandilocuentes: construir un califato isl�mico, un ideal que rebasa los l�mites del Estado territorial, la manera m�s exitosa de administraci�n pol�tica contempor�nea.

"Las fronteras artificiales creadas por los europeos tras la Primera Guerra Mundial se est�n deshaciendo un siglo despu�s", a�ade.

"Los proyectos panarabistas contribuyeron muy poco a la soluci�n de los problemas de las sociedades �rabes"

Representa entonces una cuesti�n esencial comprender los motivos que dieron origen a este tipo de organizaciones. "En momentos de crisis, afloran discursos radicales porque, al afectar las identidades de la gente, permiten movilizar. Los proyectos panarabistas contribuyeron muy poco a la soluci�n de los problemas de las sociedades �rabes, las cuales encuentran en la religi�n soluciones que no pueden aparecen en sus propios gobiernos", explica.

El concepto de fundamentalismo plantea que en las Sagradas Escrituras est�n las verdades absolutas y la posibilidad de ordenar la sociedad en todos los �mbitos. Cree en los principios de la fe como principios universales capaces de regular toda la vida de las personas.

En particular, los grupos que operan en Gaza y en el L�bano "consideran a Israel una creaci�n artificial de Occidente en Medio Oriente, una regi�n predominantemente �rabe. Por eso buscan crear Estados musulmanes basados en el sharia -la ley isl�mica- y en la idea de que el islam puede regularlo todo: lo pol�tico, lo econ�mico", agrega Alba Cu�llar, quien, pese a todo, se muestra optimista: no cree que el extremismo sea un fen�meno tan amplio.

"Las mayor�as de las naciones del mundo no apoyan los comportamiento de Al Qaeda y el EI. Los consideran extremistas y violentos. Son grupos minoritarios, aunque con una cantidad de adeptos muy grande. Muchos de sus militantes no son locales, sino que vienen del islamismo de otras regiones", dice. Esto se vio claro cuando un yihadista brit�nico le cort� el cuello a un reportero estadounidense. Luego se conoci� que uno de cada cuatro combatientes extranjeros del

Los conflictos modernos, como los de la Franja de Gaza e Irak, parecen impregnados de religi�n. Sin embargo, Palomino cuestiona que all� es la religi�n sea el "n�cleo" del problema. Ser�a, m�s precisamente, una "justificaci�n especialmente valiosa", una forma de manipulaci�n de poderosa influencia. "�No deber�a entonces la religi�n reclamar su independencia de los conflictos, denunciar esa fraudulenta manipulaci�n?", interroga.

En el mismo sentido se expresa Loaiza Cano, quien considera que la religi�n proporciona "f�cilmente la motivaci�n b�lica" para conflictos que, en realidad, tienen otra causa. "Por ejemplo, las disputas por recursos naturales, especialmente los hidrocarburos, han estado revestidas de depuraciones �tnicas, religiosas. Los nacionalismos, otra forma de fanatismo religioso, ha servido tambi�n para trazar fronteras que sirven para afianzar soberan�as territoriales sobre recursos naturales", apunta.

Pero tambi�n en Am�rica Latina ambas esferas se rozan hasta tal punto que sus bordes se tornan difusos. Por ejemplo, en Brasil la bancada evang�lica como grupo espec�fico de acci�n en el Congreso funciona como una especie de "alianza transversal" de personas pertenecientes a diversos partidos pol�ticos. En algunas zonas de M�xico, cada vez se percibe m�s la incidencia de los grupos protestantes en las tradiciones c�vico-religiosas.

"La contemporaneidad est� frente a una gran pobreza de utop�as"

"Referido al factor religioso, el esquema westfaliano de las relaciones internacionales �iniciado en el siglo XVII y que dio origen a un nuevo orden mundial basado en el concepto de soberan�a nacional- result� correcto para un tiempo y para un espacio (el occidental). No es que la religi�n haya roto el esquema en tiempos recientes. Creo m�s bien que estuvo ah� siempre, que se pens� de una forma concreta en Europa (como un asunto personal y privado), pero que esa manera de pensar la religi�n es insuficiente e irreal a escala planetaria", asegura Palomino.

Para Loaiza Cano, la contemporaneidad enfrenta una "gran pobreza de utop�as". Si antes eran los sistemas socialistas los que enfrentaban al capitalismo, ahora lo hacen los grupos extremistas. "Ante la ca�da y desprestigio de los proyectos socialistas, qued� el capitalismo cabalgando en el mundo como un gran exterminador y lo �nico que intenta hacerle frente son los fundamentalismos religiosos. Lo que demuestra todo esto es la gran pobreza de ideas en el mundo para proponer alternativas a la rapacidad ilimitada del capitalismo", concluye.

http://www.infobae.com/2014/08/24/1589390-es-la-religion-el-nucleo-los-conflictos-el-siglo-xxi

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