5 cosas que no sabías sobre Jesús

17/03/2014 - 11:28:40
Ante la proximidad de la Pascua y el gran estreno de la pel�cula "Hijo de Dios", vas a o�r mucho sobre Jes�s en estos d�as.

Podr�as o�r sobre revelaciones de nuevos libros que pretenden contar la "verdadera historia" de Jes�s, las opiniones de amigos que han descubierto un "secreto" en la Web sobre el hijo de Dios y los argumentos herm�ticos de los compa�eros de trabajo que pueden demostrar que �l nunca existi�.

Ten cuidado con muchas de estas revelaciones, muchas se basan en puras especulaciones e ilusiones. Mucho de lo que sabemos sobre Jes�s ha sido conocido durante los �ltimos 2.000 a�os.

A�n as�, incluso para un cristiano devoto existen sorpresas que se encuentran ocultas en los Evangelios y gracias a los avances de la investigaci�n hist�rica y descubrimientos arqueol�gicos, se sabe m�s sobre su vida y su �poca.

Con esto en mente, aqu� hay cinco cosas que probablemente no sab�as sobre Jes�s.

1) Jes�s vino de una peque�a ciudad de un lugar cualquiera

Casi todos los arque�logos de hoy en d�a est�n de acuerdo en que la ciudad de Nazaret ten�a solo de 200 a 400 personas. El pueblo de Jes�s no se menciona en ninguna parte del Antiguo Testamento ni del Talmud, el cual toma nota de docenas de otros pueblos de la zona.

De hecho, en el Nuevo Testamento es literalmente una broma.

En el Evangelio de Juan, cuando un hombre llamado Natanael oye que el mes�as es "Jes�s de Nazaret", se pregunta: "�Puede salir algo bueno de Nazaret?" Est� tratando sin respeto al pueblo despreciable y apartado de Jes�s.

2) Jes�s probablemente no lo sab�a todo

Esta es una pregunta teol�gica controvertida. Si Jes�s es divino, �no tendr�a que saber todas las cosas? (De hecho, en varias ocasiones Jes�s predice su muerte y resurrecci�n).

Por otro lado, si �l ten�a una conciencia humana, �l necesitaba que le ense�aran antes que supiera las cosas. El Evangelio de Lucas dice que cuando Jes�s era un hombre joven �l "progresaba" en sabidur�a. Eso significa que �l aprendi� cosas. (De lo contrario �c�mo iba a "progresar"?)

En el Evangelio de Marcos, Jes�s inicialmente se niega a sanar a la hija de una mujer no jud�a, diciendo con cierta brusquedad: "No es justo tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos".

Pero cuando ella responde que hasta los perros comen de las migajas de la mesa, Jes�s se ablanda y cura a su hija. �l parece estar aprendiendo que su ministerio se extiende m�s all� del pueblo jud�o.

3) Jes�s fue duro

Desde los 12 a�os hasta los 30, Jes�s trabaj� en Nazaret como carpintero. "�No es �ste el carpintero?", dicen las multitudes asombradas cuando comienza a predicar.

La palabra que se usaba para la profesi�n de Jes�s en el griego original es tekton. La traducci�n tradicional es "carpintero". Pero la mayor�a de los acad�micos contempor�neos dicen que es m�s parecido a un artesano corriente y algunos incluso lo traducen como "jornalero".

Un tekton podr�a haber hecho puertas, mesas, bases para l�mparas y arados. Pero probablemente tambi�n construy� paredes de piedra y ayud� con la construcci�n de viviendas.

Era un trabajo duro que conllevaba acarrear herramientas, madera y piedras por toda Galilea. Jes�s no llega simplemente al escenario mundial despu�s de ver un trozo de madera con a�oranza cuando estaba de humor. Durante 18 a�os, trabaj� y trabaj� duro.

4) Jes�s necesitaba "tiempo para s�"

El evangelio frecuentemente habla sobre la necesidad que Jes�s ten�a de "alejarse" de las multitudes y hasta de sus disc�pulos.

Hoy en el Mar de Galilea, donde Jes�s llev� a cabo gran parte de su ministerio, puedes ver lo cerca que estaban las ciudades y cuan natural debi� haber sido para las multitudes entusiastas "presionarlo", como los Evangelios lo describen.

Incluso hay una cueva en la costa, no muy lejos de Cafarna�m, su base de operaciones, donde pudo haber orado.

Se llama la cueva "Eremos", de la palabra usada para "desolado" o "solitario", de la cual obtenemos la palabra "ermita�o". Aunque Jes�s era el hijo de Dios, �l necesitaba tiempo a solas para rezarle al Padre.

5) Jes�s no quer�a morir

A medida que se acercaba a su muerte y rezaba mucho en el jard�n de Getseman�, Jes�s dice, "Pasa de m� esta copa". Es una oraci�n contundente dirigida al padre, a qui�n el cari�osamente llamaba Abba. �l no quiere morir.

A diferencia de la forma en que algunos cristianos retratan a Jes�s como de estar cortejando a la muerte, e incluso desearla, como cualquier ser humano, la idea de la muerte es aterradora. "Mi alma est� muy triste hasta la muerte", dice.

En otras palabras, "Estoy tan triste que siento como que me voy a morir". Pero una vez Jes�s se da cuenta que esta es de alguna manera la voluntad del padre, �l acepta morir, incluso en una cruz.

Es natural querer saber todo lo que podamos sobre Jes�s; esa es una de las razones por las que escrib� mi nuevo libro. Pero tengan cuidado de las m�s extravagantes afirmaciones acerca del hijo de Dios (que tuvo hijos, que estuvo casado con Mar�a Magdalena, que estuvo alg�n tiempo en India y as� sucesivamente).

Muchas de estas afirmaciones tienden a proyectar nuestros propios deseos en un hombre que siempre seguir� siendo un tanto evasivo, dif�cil de entender completamente e imposible de precisar.

Al final, como les gusta decir a los te�logos, Jes�s no es tanto un problema que hay que resolver, sino un misterio digno de ser admirado.

El reverendo James Martin es un sacerdote jesuita, editor de una revista americana y autor del nuevo libro "Jes�s, una peregrinaci�n" (Harper One).
Opini�n del reverendo James Martin, especial para CNN
Las opiniones expresadas en esta columna pertenecen a Martin.