Enrique BachineloBolivia: un abrazo fraterno para el Beni en su aniversario
18/11/2009 - 17:43:55
Tr�pico, lujuriante selva, verdes pampas de grandes extensiones, r�os enloquecidos y turbulentos que corren desbocados hacia el Atl�ntico. Territorio con escasa densidad poblacional, habitantes tranquilos, sumidos en el apacible disfrute de sus atardeceres, la riqueza de la tierra f�rtil y la emoci�n de cruzar sus r�os poblados de los peces m�s extra�os del mundo, impulsan a los nativos de esas misteriosas regiones a meditar su grandiosidad.
Las selvas est�n llenas de aves multicolores, gorjeos, canciones silvestres ejecutadas por la poblaci�n a�rea que se confunden con los chillidos de las parabas y los sonidos del crujir de la tierra y el rugir del jaguar. El bosque a orilla de los r�os rodea las sabanas, llegan hasta las fronteras del Brasil donde se confunden con inmensidad grandiosa de la floresta profunda llena de misterio, tribus de nativos que se mimetizan en el follaje de sus entra�as.
En el Beni es importante destacar las pampas donde retozan miles, millones de cabezas de ganado vacuno, caballar y la vida vegetativa del tr�pico abriga a especies de animales salvajes y primitivos que aun no han sido identificadas por los cient�ficos. La riqueza en maderas, aves, peces, animales salvajes, se amalgama con los minerales que encierran sus entra�as. Un mundo extra�o, tribus primitivas, escasa poblaci�n en sus ciudades, territorio arrinconado y olvidado. All� est� el futuro renacer de Bolivia.
Beni es el nombre aut�ctono de una gran extensi�n territorial en el nordeste boliviano, zona tropical con temperaturas altas, anchurosos r�os que cruzan su territorio rumbo al Amazonas. El 18 de Noviembre ese departamento festeja 165 a�os de su creaci�n mediante un Decreto Supremo que dispusiera el Gral. Jos� Ballivi�n a fin de darle dinamisidad y orientar su progreso con la idea de aprovechar sus lujuriantes corrientes acu�ticas para comunicarse con el Atl�ntico. Fue una quimera, como todo lo que se proyecta para ese departamento. 165 a�os de olvido.
Al nacimiento de la rep�blica de Bolivia en 1825, las grandes extensiones territoriales del oriente boliviano totalmente desconocidos por gobernantes y habitantes del occidente, fueron integradas a la nueva naci�n d�ndoles el denominativo de Territorio Nacional de Colonias. Con el decreto de Ballivi�n surgieron dos departamentos: Beni y Pando, con vida propia, sujet�ndose a las leyes escritas y de la naturaleza.
Pero, la historia va mas all�: El 18 de noviembre de 1841 se enfrentan los ej�rcitos de Bolivia y el Per�, en la altiplanicie de Ingavi en el departamento de La Paz. Gamarra presidente peruano encabeza sus regimientos invadiendo el territorio boliviano. Ballivi�n conduce sus desmirriadas fuerzas para enfrentarse a su enemigo con tropas disminuidas y mal armadas en comparaci�n a los peruanos. Dice la historia que solo alcanzaban aproximadamente a 4.000 efectivos. Pero la valent�a, el coraje y el amor a la patria, Ballivi�n consigue derrotar a un ejercito poderoso con m�s de seis mil hombre. En esta batalla muere el general invasor.
Ese triunfo alboroza al pueblo de La Paz y con festejos, coronas de flores y arcos de plata ingresa Ballivi�n a la ciudad. El Congreso de esa �poca designa a ese general como Presidente provisional y, �ste dicta el decreto de referencia como homenaje al triunfo de Ingavi al a�o siguiente de su victoria, creando el departamento de Beni.
Pero, las razones fueron mucho m�s poderosas para ese reconocimiento al oriente boliviano que requer�a de inmediata atenci�n: El gobierno del Per�, dispone el cierre de los puertos de Arica y de la poblaci�n de Tacna, en represalia por la derrota de su ejercito y la muerte de su presidente. Por su parte la Argentina tambi�n cierra el paso en la frontera impidiendo todo contacto con ese pa�s.
Bolivia se encuentra sitiada, no tiene salida al exterior, entonces Ballivi�n considera que seria muy favorable aprovechar las corrientes de los r�os Mamor� y Madre de Dios que desembocan en el Amazonas que llega hasta el oc�ano Atl�ntico. Quim�ricas ilusiones, esperanzas frustradas. El Gral. no pudo cristalizar ese proyecto porque lo primero era defender su sill�n presidencial de sus enemigos que conspiraban para derrocarlo. Y, la historia continua con un mar de amarguras, fracasos, incomprensiones del vencedor de Ingavi. El final es triste y amargo por la v�a crusis que atraves� en el ocaso de su vida.
El Beni tiene como capital la pintoresca ciudad de Trinidad, construida sobre soportes de cimientos de madera dejando un espacio abierto entre la tierra y la vivienda, dado que, las lluvias llegan con furor y inundan anualmente a esa ciudad y las zonas vecinas. Las extensiones que se llenan de agua son enormes, llegando hasta 100.000 ks2 formando pantanales o "curiches" como llaman los nativos a esas zonas. Los caimanes y reptiles, que no muy pac�ficos, adornan las aguas turbulentas. El hombre de Trinidad recela del cielo sereno y cuando viene la tempestad, camina sobre las ondas y desaf�a al viento.
El trinitario se caracteriza por su sencillez, cordialidad, mucho entusiasmo para departir en la comunidad, alegre y dicharachero. Son hombres apegados a la tierra buscando el buen vivir, pero lo hacen sin mayor esfuerzo y de buena voluntad. Las damitas son el adorno de esa tierra: bellas, simp�ticas, acogedoras. Participan con mucho entusiasmo y alegr�a en los festejos locales y familiares. Excelente ama de casa y experta en el arte culinario. Los turistas anotan que las mujeres m�s bellas est�n en Santa Ana, no cabe duda.
El habitante de las poblaciones del Beni es respetuoso de la amistad y de la visita de los turistas que llegan de muchas partes del mundo. Beni comprende que el turismo es una l�nea que hay que tomar con mucha atenci�n. En verdad es un campo extenso para mostrar a los visitantes las magnificencias que encierra esa tierra. Guayaramerin, Riberalta y otras poblaciones peque�as constituyen atractivos naturales para los extranjeros. Los r�os son vigilados por la fuerza naval con que cuenta ese departamento y que presta servicios de salud, seguridad y el control de las fronteras naturales.
Los espa�oles cuando descubrieron esas tierras buscando El Dorado, llevaron sus arcabuces, espadas y curas. Al no encontrar la riqueza que persegu�an los barbudos, se retiran de esas inh�spitas tierras. Alguien dijo que se puede matar al so�ador, pero no se puede matar el sue�o y, los jesuitas sacerdotes de esa organizaci�n se quedan para adoctrinar en la cristiandad y orientar en las artesan�as a los nativos. En verdad esa organizaci�n religiosa cumpli� varios objetivos importantes: la religi�n, el fomento artesanal, la m�sica y la crianza del ganado vacuno que, alg�n caballero de Dios trajo algunos ejemplares de Europa.
En esta especial fecha: �Felicidades Beni, que el esfuerzo de tus brazos levante tu progreso y por ende de la patria Bolivia!
