Roberto Gonzales ScottJusticia cavernaria
05/11/2009 - 19:29:18
La sui generis justicia masista se deber�a denominar cavernaria, porque los que llegaron del planeta de los simios, aterrizaron tambi�n con el apodo de Macacos, en un pa�s del hemisferio sur llamado Bolivia. Estos marcianos llegaron del cosmos, invirtieron los conceptos, prostituyeron la justicia, est�n tratando de imponer un nuevo fascismo que nada tiene de nuevo y est�n manchando en el tercer milenio vergonzosamente, a trav�s de sus abusos y cr�menes contra la humanidad.
Este fen�meno est� arraigado en los pa�ses del quinto mundo, en los cuales priman la ignorancia, la corrupci�n y la falta de dignidad ciudadana. Sin embargo su permanencia en la tierra, se debe a la Organizaci�n de las Naciones Unidas, la que de la misma manera que su extinta predecesora, la palabra "unidos" est� solamente en su nombre. Este club de naciones es ineficiente y no puede asegurar ni la vigencia de sus principios de no agresi�n, los derechos humanos y otros conceptos creados en el papel, durante su larga vida burocr�tica de sus desunidos miembros.
Despu�s de establecer sus ra�ces, el pr�ximo paso es comentar sus sistemas legales y las fuerzas corruptivas que manejan a sus administradores de la justicia. Los principios de respeto al ciudadano, de presumida inocencia de los acusados, los derechos humanos y civiles de los convictos y finalmente la obligaci�n que los fiscales y jueces sean imparciales y sus actos transparentes son condiciones b�sicas para una justicia digna de llamarse as�. El concepto que sosten�a y aseguraba estas condiciones era la independencia de poderes y especialmente el judicial.
El respeto a la persona no existe y a simple denuncia sin prueba alguna, los acusados son detenidos y aislados del mundo como en el caso de Leopoldo Fern�ndez. Las investigaciones son manejadas por elementos comprados, que privan de libertad a cualquier ciudadano. El denunciante no debe presentar pruebas, sino basta su denuncia irresponsable ordenada por el gobierno. Los acusados son abusados legalmente y este atropello est� demostrado por el hecho que los juicios anunciados con bombos y platillos no pueden avanzar por falta de pruebas y solamente son iniciados por intereses pol�ticos.
Abusando del poder, el gobierno del MAS est� tratando de eliminar a todos sus opositores y con la complicidad de sus jueces y fiscales, acaba de concretar las denigrantes fechor�as, como arraigar a Manfred Reyes Villa, iniciar juicios a la alcaldesa de Sucre Ayde Nava, al prefecto de Santa Cruz Rub�n Costas y al Senador beniano Fernando Romero. El digno Evo Morales traicion� a su m�s feroz defensor Senador Ricardo D�az y jefe de la Bancada del MAS por Chuquisaca, elimin�ndolo de la lista de candidatos y como un fiel representante del cinismo criollo, ni siquiera se present� como correspond�a a los ritos funerarios en La Paz y en Sucre.
El respeto a los derechos humanos, los principios democr�ticos y la dignidad no existe, de la misma manera que alguna persona capaz y honesta en el cargo respectivo. Esta instituci�n se parece ahora a una comparsa de carnaval, con figuras grotescas, que representan a los fiscales y jueces designados por inter�s pol�ticos, por lo cual los encarcelados por este gobierno son PRESOS POOLITICOS y los delincuentes son los que ordenaron su detenci�n.
Los m�todos utilizados por estos pseudo dem�cratas son inaceptables. Los encapuchados secuestran a las personas, los fiscales pagados demuestran no haber le�do las leyes y los parcializados han transformado la justicia boliviana en una comedia de mal gusto y en el brazo criminal de la GESTAPO bolivariana, que no respeta nada en sus esfuerzos para entronarse eternamente en el poder. De tal palo tal astilla y esta fracasada justicia est� manejada por un gobierno poco ilustrado, pero especializado en la corrupci�n y los sistemas de las dictaduras genocidas.
La justicia como ejemplo de su cavernaria aplicaci�n, es la Justicia Comunitaria que est� de moda en las comunidades atrasadas y basadas en las creencias y tradiciones sangrientas de los as� llamados originarios. Esta justicia que se expresa en linchamientos o quemar vivos a los supuestos delincuentes, fue promovida por el gobierno, para justificar su disfrazada legalidad de su propios abusos pol�ticos. En principio, los verdugos oficiales no necesitan usar todos estos procedimientos criminales, porque ya destrozaron esta instituci�n y no existe poder legal a quien el pueblo puede acudir pidiendo justicia.
El Dios de Orinoca, estableci� el medio ideal para ser dictador y manejar a sus esclavos como ganado arreado al matadero. Poco importan los discursos o las alabanzas personales, como tampoco las prebendas y compra de conciencias, porque si no hay justicia no hay nada que valga la pena en Bolivia. Lleg� el momento para que Evo Morales diga "la justicia soy yo", que su dedo acusador sea utilizado como por Ner�n en el Coliseo Romano y que los abusos a los opositores se transformen en espect�culos p�blicos, para satisfacer los instintos piromaniaticos de sus campesinos y especialmente de sus pr�speros cocaleros.
