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Mauricio Ríos García

El Nobel es para Ostrom y Williamson

12/10/2009 - 19:37:15

La polit�loga Elinor Ostrom de la Universidad de Indiana, y el economista Oliver E. Williamson de la Universidad de California, Berkeley, fueron galardonados este lunes 12 de octubre con el Premio Nobel de Econom�a 2009, sorprendiendo a propios y extra�os; "por su an�lisis econ�mico de la gobernanza, especialmente de los comunes (de los bienes comunales)", y "por su an�lisis econ�mico de la gobernanza, especialmente los l�mites de la empresa", respectivamente.

Para ser m�s claros, el gran trabajo de Ostrom y en particular la obra "Gobernando los bienes comunales: la evoluci�n de instituciones para la acci�n colectiva" se concentra en c�mo los problemas de los bienes comunales pueden ser resueltos localmente, es decir, prescindiendo de la administraci�n central del Estado, o sobre la forma en que uno consigue cooperaci�n social, incluso cuando el aspecto de privado pareciera no ser la alternativa.

Sin embargo, adem�s de no poder pasar por alto el hecho de ser la primera mujer en ser galardonada en esta categor�a, vale destacar la estrecha relaci�n que sostiene con la Escuela de Elecci�n Publica, y tambi�n con la Escuela Austr�aca de Econom�a, a juzgar no s�lo por la aplicaci�n de estos enfoques (u otros muy cercanos) en sus numerosos trabajos sobre federalismo y las organizaciones del Estado, sino tambi�n por las contribuciones de algunos de sus disc�pulos.

Es m�s, la relaci�n de Ostrom con la Escuela Austr�aca es m�s estrecha a�n. Los austr�acos Boettke y Aligicia publicaron este a�o un libro titulado "El Desaf�o del An�lisis Institucional y el Desarrollo" (Routledge, 2009), en el que precisamente analizan, rescatan y aplican las contribuciones de la polit�loga a la pol�tica econ�mica y las ciencias sociales, as� que las contribuciones de las Ostrom son aplicables a las de la Escuela Austr�aca y viceversa.

Para el caso de Williamson, algunos consideran que esta podr�a ser la premiaci�n m�s cercana a los austr�acos en muchos a�os, tal vez desde 1974 cuando Hayek (y Myrdal), sobre todo por el trabajo que public� en 1991 titulado "Instituciones Econ�micas: Gobierno Espont�neo e Intencional". Y para profundizar en el aporte de Ostrom, el mismo Boettke recomienda los trabajos Gobierno de los Comunes (Cambridge), y Diversidad Institucional (Priceton).

Por otro lado, y para gran sorpresa de quienes vivimos en un lugar tan alejado de donde se plantean ideas de semejante calibre, Ostrom guarda una estrecha relaci�n acad�mica y de amistad, nada m�s y nada menos que con el Centro de Estudios de la Realidad Econ�mica y Social (CERES) de Cochabamba, en particular sobre investigaciones en el manejo de bosques como recurso comunal; y aunque en forma indirecta, Williamson tambi�n guarda relaci�n por la forma en que Berkeley ha influido en la l�nea de trabajo del CERES durante los �ltimos a�os.

No cabe duda que con este premio vienen renovadas esperanzas sobre el inter�s que puede despertar, sobre todo en los j�venes estudiantes, en los postulados de la Escuela Austr�aca y la Escuela de Elecci�n P�blica, es decir, sobre la racionalidad humana y su comportamiento -sobre los que Mises trabaj� tanto-, las instituciones, y las soluciones alternativas legales, pol�ticas y culturales.

Esta premiaci�n es una muy particular, ya que luego de la pol�mica premiaci�n de Krugman en 2008 y el posterior desenvolvimiento pol�tico que tuvo, este a�o ha logrado el contento casi un�nime de las escuelas contempor�neas m�s reconocidas en el mundo, y sobre todo por el largo tiempo que ha pasado para prestar atenci�n a los aportes de la ciencia desde esta perspectiva.

Cuando Hayek recibi� el mismo Premio en 1974, confes� que si le hubieran consultado sobre establecer un Premio Nobel de Econom�a, �l se hubiese manifestado en desacuerdo porque tem�a que �ste tender�a a acentuar las oscilaciones de la moda cient�fica. Afortunadamente, el Comit� de Selecci�n hab�a refutado esta idea premi�ndolo a �l, alguien que hab�a tenido tan poca cabida dentro de la moda, sin embargo, Hayek se mantuvo a�n esc�ptico porque consideraba que tal Premio confer�a tal autoridad que ning�n hombre deber�a poseer.

Cochabamba, 12 de octubre de 2009

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