El creador de Alien jamás se habría imaginado que una criatura que vive a 2.000 metros por debajo de la superficie del mar tuviera unos rasgos tan parecidos a la criatura que diseño hace más de 40 años.
El Idiacanthus atlanticus, más conocido como 'Dragon negro'suele nadar en las aguas subtropicales y templadas del hemisferio sur, está acostumbrado a nadar a 2.000 metros debajo de la superficie del mar. Los machos y las hembras son muy diferentes unas de otras. Las hembras tienen barbillas en su mentón, dientes de colmillos y pueden crecer hasta 40 centímetros de longitud. Los machos, por otro lado, no tienen barbilla, tienen menos dientes y son sólo cinco centímetros de largo. También carecen de un intestino funcional, que significa que nunca comen y sólo se vive lo suficiente para aparearse.
Los investigadores creen que la diferencia de género es un método evolutivo para reducir la competencia por los recursos al tiempo que conserva la capacidad de mezclar sus genes a través de la reproducción sexual. Como con muchas criaturas del mar profundo, estos peces bioluminiscentes tienen fotóforos que pueden producir la luz.
Los investigadores creen que la punta luminosa actúa como un señuelo de pesca para atraer la atención de sus presas. Las larvas del dragón negro también tienen su propio conjunto de rasgos inusuales: las larvas son transparentes, con los ojos en la punta, a medida que maduran, los tallos acortan hasta que llegan a ser absorbidos por las tomas del cráneo. Es también durante este tiempo que se transforman en o el color de la tinta negra de las hembras o del color marrón oscuro de los machos.
El color de su piel y la forma de su cabeza tiene una gran similitud con el personaje que H.R Giger inventó a finales de los años 70 para la película 'Alien'. Por suerte para la raza humana el 'Dragoón Negro' alcanza un máximo de 50 centímetros, por lo que parece que no supone una amenaza para la civilización.
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