Es verdad que el paso del tiempo, la costumbre, las obligaciones y la rutina muchas veces conforman una losa que cae encima de las relaciones sexuales con tu pareja. Romper ese muro desmotivador no es fácil, pero podemos hacer algunas cosas para que la carga sea más ligera.

No son ideas mágicas, porque nada puede sustituir a la complicidad, cariño y ternura, pero te ofrecemos algunas sugerencias para encender el fuego en la pareja

El cansancio no ayuda y el estrés puede ser nefasto, pero si ponemos otra cara y un poco de predisposición, seremos capaces de recuperar una vida sexual rica y saludable. Cambiar de escenario, incorporar masajes o lencería son algunas ideas para ponerle pimienta al encuentro sexual con tu pareja. Un primer principio guía todo aquello que te vamos a contar a partir de ahora:  Hay mucho que hacer a la hora de aumentar la química en la pareja, pero nada funcionará si no utilizamos el órgano más sensual y creativo que todos poseemos: ¡el cerebro! Nada más erótico que la fértil e ilimitada imaginación.

1.- Anticiparse al encuentro:  Es complicado encontrar el momento y el lugar adecuado para nuestro encuentro sexual. Unas veces porque los niños están despiertos, otras porque nos hemos llevado trabajo a casa. Si la sensación de no encontrar nunca nuestro un rato os agobia...¡Entonces debemos prepararlo con calma y antelación! Dispongamos de un tiempo -puede ser una noche, un fin de semana o de unas vacaciones- donde sabemos que estaremos a solas. No habrá preocupaciones, teléfonos, niños... Una cena romántica, con un rico vinito y una comida especial, una escapada a un spa de campo, o esas vacaciones en una playa paradisíaca, son el preludio de un momento muy especial.

No te parezca extraño recurrir a las escapadas cortas a menudo -si podéis- o a que vuestro peques duerman algún fin de semana con sus primos. Es bueno para ellos. Es bueno para vosotros.

2.- Cambiar de escenario: ¿Tienes la sensación de que el sexo con tu pareja siempre es igual? Que tenga lugar siempre entre las mismas cuatro paredes no ayuda mucho, desde luego. Es verdad que nuestras habitaciones son el lugar más habitual para el encuentro... Pero, ¿qué tal si nos animamos a cambiar e improvisamos?

Cierto que los experimentos es mejor no hacerlos con gaseosa, que todos tenemos una vecina indiscreta o paredes tan delgadas como el papel de fumar que dejar escuchar el estornudo de un bebé. Pero toma la nota: la mesa de la cocina, el sillón del living, el baño a la luz de las velas son todos escenarios que nos motivan a la innovación y a la experimentación de nuevas prácticas amatorias.

3.- Masajes sensuales y/o tántricos: Podemos caer en el error de pensar que estos es cosa de 'frikis' enloquecidos por la cultura oriental. No, ni mucho menos. Además, la cultura japonesa o china en este terreno de la sensualidad acumula muchísimos siglos de sabiduría y experiencia.

Los masajes son una gran experiencia erótica. Refuerzan la confianza y la intimidad emocional con la pareja, aumentan el deseo, prolongan el climax y, por supuesto, rompen con la monotonía.

Con los masajes tántricos subimos un poco la apuesta a la sugerencia anterior. Es un tipo de masaje erótico que despierta nuestra energía sexual. Cuando involucra el masaje de los genitales femeninos se llama 'ioni' y, en el caso de los masculinos, 'lingam'. También hay muchísima bibliografía al respecto. ¡Y el aliciente es aprender juntos!

4.- ¿Han probado otra cosa?. El caso es que, incluso a lo bueno se acostumbra el ser humano y si comemos todos lo días marisco, por mucho que nos guste, puede llegar el caso de que comamos un cocido madrileño y nos carezca un manjar -que lo es-. En resumen, un circunloquio para decirte que el sexo reducido a las mismas y repetitivas fórmulas puede ser un enemigo.

¿Por qué conformarnos con una sola postura sexual cuando, por ejemplo, -es solo una idea- el Kama Sutra nos propone tanta variedad? Solo hay que atreverse a experimentar de vez en cuando una posición que nunca hayan probado. Empiecen por las que les parezcan más sencillas. El simple hecho de querer practicarlas, los acercará más y les hará compartir un momento único.

5.- Lencería y ropa interior atrevida: No es cuestión de llevar los calzoncillos que llevaban los pastores transhumantes. De vez en cuando conviene dejar volar la imaginación. Ya hemos dicho que el órgano sexual por antonomasia es el cerebro. Baby-dolls, panties con perlitas y antifaces... Todo está fuera de lo común, y sobre todo, puede llenar de sentido del humor y complicidad nuestros momentos íntimos. Con un antifaz, estando a ciegas, podrás exaltar los otros sentidos y dejarte llevar.  

6.-Vive nuevas experiencias sexuales: Comunicación, diálogo y confianza. La misma que les permite haber crecido juntos en otros ámbitos. Esa es la llave de una relación plena,  placentera, adulta y equilibrada. No hay mejor manera de conocerse que explorar, de forma gradual, las sensaciones de su pareja y las propias porque lo cierto es que no todo se ha escrito ya entre vosotros. La experiencia sexual no es única y no tiene por qué restringirse a la penetración vaginal.

Ese recorrido supondrá habitar terrenos en lso que no habéis estado, un aliciente para seguir encontrandose.

7.- En forma juntos: El ejercicio a veces resulta  imprescindible para mantener el pico sexual a través de los años.  Si además se practica juntos ya puedes apuntar otro aliciente. Y es que está comprobado que el ejercicio físico sube el tono general de la libido porque libera endorfinas. Además, mejora tu capacidad respiratoria, la flexibilidad y el tono muscular, todos factores que sirven para mejorar la calidad del acto sexual y la obtención de los orgasmos.

En este entorno, un apunte más: El yoga en pareja es una buena manera de comenzar. Es sensual y muy satisfactorio.

8.- Incorporen algunos juguetes: ¿Nunca han sentido curiosidad? Seguro sí. Pero puede que les haya avergonzado. Los juguetes sexuales son un recurso más para el fin que perseguimos que es recuperar el apartado sexual de nuestra relación.

Una sugerencia: el mejor juguete será aquel que a ambos les llame la atención .

9.- Visitar al especialista: En último término, si nuestro problema compartido con la sexualidad es más profundo que un simple bajón por la rutina, las prisas o la falta de tiempo, el recurso más importante será visitar a un buen sexólogo que nos preste su ayuda y conocimientos terapéuticos para salir del atolladero como hemos entrado, juntos.

Hay problemas físiológicos o de salud, como la disfunción eréctil que nos pueden estar afectando. La medicina convencional ofrece tratamientos para superarlos. Si nuestro problema tiene que ver con la falta de apetito sexual, puede tener causas más profundas. No conviene rendirse.

QUE.ES