Polvo de hornear para limpiar tu casa
2014-09-05 - 19:31:58
El responsable de nombrar a este ingrediente no tenía ni la más pálida idea de lo que tenía en sus manos. Y es que el polvo de hornear es mucho más que un polvo que sirve para hornear. De hecho, este representa uno de los ingredientes más versátiles de tu armario. ¿No me crees?
#1 Cocina impecable
No tienes que gastar todo tu salario en productos de limpieza extravagantes. Espolvorea polvo de hornear sobre su superficie y luego rocía agua caliente. Deja que la mezcla actúe durante media hora y luego friega con una esponja.
#2 Ollas sin manchas
Con el uso, las ollas van cambiando de aspecto. Así, por ejemplo, comienzan a aparecer grasa y manchas en su parte interior. Ahora bien, tú puedes revertir este proceso: solo tienes que tomar tus ollas manchadas, colocarles polvo de hornear y bastante agua. Después, ponerlas al fuego y dejar que el agua hierva. Cuando esto haya sucedido, estarás en condiciones de remover toda la suciedad milenaria en un abrir y cerrar de ojos.
#3 Tazas relucientes
Es típico: te sirves café, dejas un poco en la taza y cuando quieres acordar una mancha terrible se ha instalado en su interior. Pero, te tenemos buenas noticias: con algo de polvo de hornear en tu armario tu taza puede volver a sus tiempos relucientes. Solo debes limpiarla con un trapo húmedo primero, aplicar polvo de hornear sobre la mancha y frotar la zona con el paño nuevamente. Si la mancha es rebelde, deja reposar la taza toda la noche con agua caliente y polvo de hornear.
#4 Bañeras limpias
El polvo de hornear no solo es útil en la cocina; también es muy eficiente para limpiar bañeras. Así que si deseas devolverle la blancura a tu bañera, báñala con una solución a base de polvo de hornear y lavandina. Una vez que hayas aplicado esta mezcla, no te olvides de fregar vigorosamente la bañera con una buena esponja.
#5 Microondas como nuevo
Si calentar tu comida te empezó a dar asco, es hora de que consideres limpiar tu microondas. Te sorprenderá lo sencillo que es: introduce un recipiente con agua y dos cucharitas de polvo de hornear y caliéntalo entre tres y cinco minutos. Cuando este tiempo haya transcurrido, deja la puerta cerrada para que el vapor pueda actuar bien. Pasados unos minutos, pasa un paño húmedo en el interior y, ¡listo!
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