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José Percy Paredes Coimbra

Mujeres empoderadas II


2019-01-30 - 18:14:16
En el anterior artículo escribí sobre dos mujeres increíbles, dos mujeres imprescindibles que ya nos dejaron, pero como dijo Sandino, las personas pueden morir, pero sus ideas vivirán por siempre. Y no sólo son sus ideas, sino su ejemplo de vida, la consecuencia con la que llevaron sus vidas, sus trabajos, sus afectos.

Domitila y Mauge actuaron con convicción, pasaron por encima de sus miedos y se hicieron del poder, se empoderaron, no tomaron el poder de la violencia o el poder de la fuerza, sino aquel poder que une la palabra con la acción, es decir, lo que se profesa y lo que se hace. Su poder se asienta en el respeto a la pluralidad; este respeto a la pluralidad y a la diversidad de ideas, vivencias existentes entre los grupos con los cuales han trabajado estas increíbles mujeres, están dentro de lo que se puede definir como política.

De acuerdo a Hannah Arendt: ‘la pluralidad, las interrelaciones entre los seres humanos, la igualdad jurídica y la libertad son características de la política’.

Ellas hicieron política durante su vida activa y se hicieron del poder, se empoderaron para llevar adelante sus convicciones; no podían empoderar a otros grupos si ellas mismas no lo hubieran logrado.

De este poder se hicieron Domitila y Mauge, pero no sólo ellas. Una gran mujer que para mí es el ejemplo cabal del empoderamiento femenino y se encuentra en función de gobierno, es Rosario Murillo, actual vicepresidenta de la hermana República de Nicaragua.

No siempre ha sido vice presidenta, ella sí ha sido el apoyo de nuestro compañero Daniel Ortega, tanto durante el tiempo de lucha contra la tiranía de los Somoza como durante la consolidación de la revolución Sandinista en el poder.

Estuvo con Daniel en las buenas y en las malas, pero nunca como la sombra que actúa lejos del escenario público político; siempre dio la cara y estuvo de frente en cada decisión tomada, en cada acto de solidaridad con el prójimo y con su pueblo.

No es por nada que el pueblo nicaragüense y sus organizaciones la quieren y la respetan, no por nada la eligieron vice presidenta para así formalizar lo que ella ya venía haciendo; trabajando desde la institucionalidad por su pueblo y por sus organizaciones.

Considero que la afirmación de Hannah Arendt explica a cabalidad el razonar y accionar de Rosario Murillo:

“La posibilidad de actuar juntos, de compartir las palabras y actos para hacer frente a nuestra fragilidad y no caer en la violencia. Se convierte en una manera de enfrentar el miedo a nuestra propia vulnerabilidad y fragilidad buscando formas de concertación con los otros y las otras, subvirtiendo las distintas formas de dominación.

(...) donde las palabras no están vacías y los hechos no son brutales, donde las palabras no se emplean para velar intenciones sino para descubrir realidades, y los actos no se usan para violar y destruir sino para establecer relaciones y crear nuevas realidades. (Arendt)”
Este es su poder, un poder solidario, honesto; un poder que no quiere usar la violencia ni ninguna otra forma de dominación; es un poder subversivo, que no se amolda a lo que la burguesía optó como poder para reprimir y dominar al pueblo, su poder es un poder que crea nuevas realidades, sanas, bonitas, frescas. Ella tiene la capacidad de transformar lo brusco en armonía, la violencia en paz.

¿Acaso no es esto lo que buscamos quienes queremos una nueva sociedad sin discriminaciones ni violencia? ¿Acaso no es este tipo de poder el que buscan las mujeres, las feministas y los grupos vulnerables de las sociedades que nos tocó vivir?

Tenemos en nuestra hermana República de Nicaragua una mujer empoderada que es ejemplo para todo el AbyaYala. Podemos aprender de ella y con ella. Existen muchos tipos de poder o talvez muchas maneras de asumirlo, pero esta, me parece, es la que asumen quienes son consecuentes con sus principios revolucionarios.

Sabemos que el poder en sí no es positivo ni negativo, simplemente es, se torna positivo o negativo según el uso que hacemos de él, por lo tanto es posible aprender a utilizarlo en beneficio de nuestros pueblos y no sólo de algunos grupos a los que queremos beneficiar.

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