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Humberto Vacaflor Ganam

Peligrosa especulación


2017-05-15 - 16:19:36
Si 22.000 hectáreas rurales pasan a ser urbanas, el precio de cada hectárea pasa de costar 2.500 dólares a costar 100.000 dólares.

El informe de El Deber sobre este tema es revelador sobre la diferencia de precios que se da en Santa Cruz cuando una tierra rural se cotiza como urbana.

Hay una razón económica que explica todo esto. El propietario rural está ante al riesgo de que, cada cierto tiempo, el INRA lo someta al examen de la Función Económica y Social (FES), lo que supone la posibilidad de perderlo todo en el caso de que el funcionario encargado del trámite esté o no de mal humor, esté o no predispuesto.

Lo cierto es que 22.000 hectáreas pasaron en Santa Cruz, de la noche a la mañana, de ser rurales a ser urbanas. Costaban 55 millones de dólares y pasaron a costar 2.200 millones.

Para urbanizar esa extensión se necesitarían 1.760 millones de dólares, a razón de 8 dólares por metro cuadrado. El monto es muy grande. Proviene del sistema financiero formal, hay que presumir.

El dinero que el mercado destinó a este proyecto, cualquiera que haya sido, supera en mucho el monto destinado a inversiones agrícolas. Un dinero que podía haber ayudado al desarrollo agrícola se desvió al sector urbanístico.

El problema es que el sector agrícola no tenía el encanto del proyecto urbanístico. En el sector agrícola, la tierra está sometida a la posibilidad de ser revertida, mientras que en el sector urbano eso no ocurre.

Si quieres poner a salvo tu tierra agrícola de cualquier posibilidad de reversión, tienes que convertirla en urbana. Y listo el pollo.

Que sólo 13 urbanizaciones de las 163 existentes tengan licencia ambiental es un detalle interesante, aunque solamente burocrático. Lo cierto es que aquí hay una burbuja financiera.

El dinero que se usó para habilitar las 22.000 hectáreas como urbanizaciones salió de alguna parte. El monto de 1.760 millones de dólares es para impresionar a cualquiera. Dios nos salve de estar metidos en este embrollo. Y salve a los bancos de esta crisis, bancos que fueron obligados por el gobierno a conceder préstamos para este desarrollo urbanístico que ahora hace temblar al país.

Dios no salve.

Vacaflor.obolog.com

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