Opinión

Nuevo esquema social para la democracia

2014-10-15 - 15:35:22
Antes de entrar en materia, considero que es un deber analizar con mucha sinceridad y desde un punto realista, el medio en que nos encontramos, para lo cual, debemos preguntarnos: ¿Realmente somos artífices de los quehaceres políticos partidarios de nuestra sociedad?, yo creo que no, lo que sí somos es simples espectadores y en su mayoría, ni siquiera nos animamos a abrir la boca donde corresponde, menos hacer conocer nuestras ideas a la sociedad, por el contrario, preferimos compartir las charlas de las esquinas y de los mercados… con lo cual, queremos aparentar haber contribuido… pero a qué?... nadie lo sabe.

Veamos algunos ejemplos de nuestro quehacer político partidario: Cuando se tenía que rearmar el Órgano Judicial, ¿Hemos contribuido a que se pre-seleccionen a nuestros mejores profesionales para elegirlos como Tribunales?, ni siquiera nos hemos pronunciado al respecto, es más cómo dejar hacer y dejar pasar, así tenemos lo que tenemos. Cuando se ha tenido que conformar el Órgano Electoral, ¿Hemos coadyuvado en elegir a los mejores representantes?, por supuesto que no, ¿Quién conoce a los señores Vocales Electorales de nuestro medio?, con excepción de uno, yo mismo no conozco a los demás y da la casualidad que al que conozco, es únicamente por sus antecedentes judiciales al haberse “apoderado” de un terreno que se encuentra atrás del Club de Golf Mapaizo, donde cada vez que asistíamos a las audiencias, a falta de razones nos sacaban a pedradas; esa es la imagen de ese señor “vocal” electoral que tenemos, pero no es entera culpa de quienes los eligieron o lo propusieron, quizá sea (más bien) el resultado de nuestra eterna pasividad y falta de compromiso en el quehacer político partidario de nuestro medio, o dicho de otro modo, este puede ser el fruto de la apatía con que actuamos en la conformación de nuestras instituciones a las que luego reclamamos justicia y seguridad jurídica. ¿Verdad?.

Entonces, si el Órgano electoral no tiene la capacidad para administrar una elección, a pesar de habérsele facilitado todo un sistema informático de última generación, menos podría en esas condiciones brindar confianza a la sociedad sobre los resultados que finalmente se obtengan en cada “elección”, en rigor de verdad, es lamentable que en estos tiempos, cuando se tiene un sistema biométrico, tengamos que seguir como cuando sólo se manejaba la información y los registros en los libros, a pulso y pulmón; esto nos muestra que además de haber de alguna manera “improvisado” a los señores Vocales Electorales, es decir: Sin que acrediten sus actitudes profesionales y técnicas para ejercer el cargo, no se está poniendo la atención ni la importancia social que dicho Órgano implica en la vida y desarrollo socio-económico del Estado, no se están evaluando correctamente los alcances e implicancias sociales que estos aspectos pueden tener (y de hecho tienen) hacia la comunidad internacional, o mejor dicho, seguimos mostrando un grave atraso o más bien un retroceso en los quehaceres político-partidista de la sociedad, seguimos viviendo la falsa alegría triunfalista sin importar los medios que se utilizan para ese cometido.

En un verdadero ejercicio eleccionario, quedaría de hecho demostrado y justificado el que un determinado partido político gane una elección y jamás se tendría que desconfiar de la palabra oficial.
Pero claro, en nuestro medio, nos conformamos creyendo que estos acontecimientos parecen no perjudicar directamente a los ciudadanos en particular, sin hacer conciencia que no sólo se decide quien asume el gobierno, sino que, en adelante, será ese gobierno el que defina la actitud económica y social del pueblo, por lo tanto, nos compete a todos velar porque sea una persona de bien, que respete al pueblo que lo elige y que escuche y atienda las voces de las minorías, pues gracias a ellas, se preserva la Democracia, gracias a la existencia de diversas visiones se promueve el desarrollo y el mejoramiento de los servicios sociales, por del Estado en su conjunto, la hegemonía sólo perjudica y estanca el desarrollo.

Como no somos capaces de ver y cuidar estos aspectos, los “señores” del “poder” del Estado, en este caso en concreto, el re-articulado Órgano Electoral, ha insertado un nuevo esquema social para nuestra “democracia”, resulta que se depuran a los vivos y se habilitan a los muertos para sufragar. ¿Cómo la ven…?.