Álvaro Riveros TejadaEva vs Evo: una guerra audiovisual
2014-04-09 - 16:13:08
Algo de lo que los bolivianos no podemos enorgullecernos es de nuestra poca o ninguna habilidad en las artes de la guerra, a pesar de nuestras múltiples y reiteradas experiencias bélicas ejercidas a lo largo de casi doscientos años de vida republicana contra todos nuestros vecinos y donde la suerte hizo que los resultados nos fueran adversos, al terminar siempre en segundo puesto.
Salvo la gloriosa batalla de Ingavi, Iruya y Montenegro y la impecable victoria contra la guerrilla del Che, hazañas que ostentamos como el único trofeo de gloria, nuestros demás laureles sólo se circunscribieron a las lides intestinas como: las guerras civiles, la guerra del agua, la guerra del gas, la guerra contra el narcotráfico, las múltiples revoluciones y golpes de estado, donde sólo salieron victoriosos los vivos que quedaron vivos y como vivossaborearon y disfrutan todavía de su victoria.
Con la originalidad que nos caracteriza, esta singular práctica de sacudirnos mutuamente nos ha desarrollado un admirable instinto de conservación que se expresa a través de eufemismos y recaudos jurídicos llamados a justificar y encubrir todo aquello que huela a derrota o fracaso. La operación consiste en cometer el delito y dejar a nuestros abogados la delicada solución de éstos. De esta manera la ejecución sumaria de personas se convierte en ejecución sumeria; un funcionario que hasta ayer era un zar en el desempeño de sus funciones, apenas traspone la frontera se convierte en un delincuente común, lo que nos llama a pensar que estos bellacos deberían ingresara la función pública, como bandidos que son, para salir después como héroes.
En este cambalache de titanes tenemos al ex zar antidrogas, preso por narco en Miami; al ex zar anticorrupción, preso allí mismo por corrupto; al ex zar antiterrorismo, proscrito por terrorista en Brasil y, como la cereza sobre el helado, el senador Andrés Herediaque acaba de serajusticiado a tiros por el chofer de su víctima que, al ser extorsionada en Sao Paulo,no tuvo la paciencia de Humberto Roca para coordinar con la policía la detención de este angelito y optó por hacer justicia por manopropia.
Entretanto, doña Carmen Eva González, valerosa madre de la patria, sigue presentado innumerables videos y grabaciones sobre todos estos forajidos, documentos que deberían servir para imputarlos y llamarlosa retornar a las buenas costumbres empero, el avance tecnológico de nuestra justicia no acepta talesevidencias como pruebas, aduciendo que sólo son válidas en naciones subdesarrolladas como Brasil, EE.UU. y Europa. Sin embargo, toda vez que estos testimonios se multiplican, gracias a los innumerables reporteros empíricos que se afanan por elaborarlos y presentarlos, ya se puede vislumbrar una cruenta guerra audiovisual de Eva vs. Evo.
