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Fernando Rodriguez Mendoza

Imprescindible cambio de conducta


2014-04-04 - 18:20:12

Es innegable que la mayor falencia que tiene Bolivia para su desarrollo como país es la ineficiente educación casi en todos sus niveles. Se puede cambiar la malla curricular o promulgarse una nueva ley educativa, pero el problema de la mediocre educación boliviana no está solamente en esos cambios, se encuentra en la base y fundamento, que es la deficiente preparación de los maestros por una parte y, por otra, en la falta de educación de la población en general.

En los diferentes análisis sobre la problemática educativa de los países se utiliza una diferenciación entre tres conceptos claves de lo que caracterizaa una población educada o no, y es la diferencia que existe entre ‘instruir, ‘enseñar’ y ‘educar’.

Instruir es darle a conocer a uno algo, informarle, comunicarle. Utilicemos el ejemplo del semáforo. Se instruye haciéndole conocer al ciudadano que este instrumento sirve para la señalización del tráfico vehicular y peatonal y que tiene generalmente tres colores: rojo, amarillo y verde.

Enseñar, es hacerle conocer al individuo que el rojo es señal de que no puede pasar el vehículo o peatón, el amarillo es advertencia de que va a cambiar de color y el verde es el que permite la circulación.

Educar, es hacerle conocer a la persona que hay que respetar todos los colores del semáforo, es decir cuando esté en verde, el vehículo o el peatón puede circular y pasar; cuando esté en amarillo, debe tomarse la precaución de ir frenando o deteniéndose, porque va a cambiar a color rojo, y cuando esté en rojo, el vehículo o el peatón debe pararse, no debe pasar.

Igual ocurre en todos los otros temas de la vida cotidiana, el boliviano puede ser instruido y que se le enseñe (puede ser profesional o técnico); lo que no tiene es educación.Siguiendo el ejemplo del semáforo, el nivel de cretinismo que hay en la población es elevado por la falta de respeto a las señales, y es usual pasarse en luz roja o amarilla,sin importar poner en riesgo la vida de otras personas.

De igual manera, la falta de educación repercute en todas las actividades corrientes, lo que no permite, consecuentemente, superar el estado de mediocridad que es la característica del boliviano. Es imprescindible cambiar de conducta, para cambiar al país.

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