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Norah Soruco de Salvatierra

Cambio de mentalidad y comportamiento


2014-01-29 - 19:50:49

Es impresionante la cantidad de tiempo y esfuerzo que se gasta en trivialidades, tanto más grave porque ambos están pagados con recursos del TGN.  Cuánto ganaríamos si en vez de malgastarlos, se pusiera el empeño en generar bienes y servicios idóneos para la población.

Los procesos socioeconómicos operados en el país, como es natural tienen sus virtudes y sus defectos; las primeras, son el cumplimiento de las obligaciones encomendadas a los mandatarios, y sería de necios no reconocerlas, como también lo es, desconocer su  base en gestiones pasadas, pero con circunstancias y condiciones actuales distintas.

Los segundos, son  insuficiencias y desafíos a ser encarados con mejor conocimiento y mayor experiencia en el ejercicio gubernamental; algunos de ellos más vinculados a lo intangible: cambios de mentalidad y comportamiento en la función pública, asumiendo el llamado del Presidente respecto del concepto de servicio a la ciudadanía.

Éste, sin duda, debería ser un mandato específico y no una simple exhortación, aprovechando el carisma, predicamento e influencia del líder sobre sus seguidores, que en el 100% ocupan esa función en las instituciones y entidades públicas.

El mal uso del tiempo y el abuso de poder, expresados en la forma descomedida y ultrajante de atención al público que peregrina por las instituciones en procura de gestiones y trámites, son también formas de corrupción, uno de los ítems pendientes señalados autocríticamente por el informe presidencial.

Como también, la negligencia en el desempeño, digno de acción inmediata de la autoridad ejecutiva; porque, quién responde o a quién le cobramos la factura de las obras defectuosas, demoradas o sobrevaluadas, que en el corto plazo colapsan o no funcionan, exigiendo mayores costos y menosprecio al ciudadano?

Desde que se implantó en la normativa la responsabilidad agregada indelegable, la falta de sanción también es corrupción, por complicidad jerárquica.

Es preciso frenar el abuso, ya es suficiente la tolerancia y miopía sobre estas acciones funcionarias, elevando el nivel de exigencia sobre estas conductas públicas, que según el Presidente Morales “afean su gestión”.    
*Ex Parlamentaria

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