Álvaro Riveros TejadaEs más fácil perdonar a un enemigo que a un amigo
2014-01-15 - 23:20:58
La expulsión del paísde la organización no gubernamental danesa (ONG) IBIS por el presidente del Estado Plurinacional, una entidad de ayuda, otrora muy estrechamente ligada a las esferas de gobierno, fue expedidamediante una nota oficial, en la que se denuncia al Acuerdo Marco de Cooperación Básica que suscribieron el 24 de enero de 2011 con vigencia hasta 2015 y, dándole plazo hasta el 24 de marzo, para que la onG cierre o transfiera los proyectos que financia y decida el destino de sus bienes, activos y recursos económicos traídos a Bolivia.
Frente a tan extrema medida, ni corto ni perezoso, el Secretario General de la onG VagnBerthelsen llegó al país expresando sus disculpas al Gobierno a través del ministro de la Presidenciay manifestando su esperanza de quedarse todavía en Bolivia pese a su expulsión por su entrometimiento político y por dividir a las organizaciones sociales, según la acusación formulada por las autoridades.
Lo curioso del caso es que el gran danés admite que ellos han cometido errores y por ello pide disculpas, por esos actos que no armonizaban con la política de su trabajo en Bolivia. “A confesión de parte, relevo de prueba” reza una máxima que suelen utilizar los abogados. En el caso presente, el escandinavo reconoce tácitamente que la acusación del gobierno es verdadera y, por tanto, él es un subvertor del orden público. En buen romance, un vulgar conspirador.
Quizás estemos en puertas de un nuevo Jacob Östreicher, cuyo destino sea la inmediata fuga de nuestros pagos. Lo que no aclara el “Gran Danés” es, qué va a ocurrircon el personal de apoyo que acaba de quedar sin pega, por las culpas que él admite haber cometido, no sólo en IBIS, sino en aquellas contrapartes que apoyan al CONAMAQ, al Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (CEDLA), a ERBOL, a la Fundación Wayna Tambo, a la Liga de Defensa del Medio Ambiente (LIDEMA), al Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA) y muchas otras. Lo justo habría sido disimular las actividades ilícitas que reconoce haber cometido,antes de pedir disculpas.
A todo esto S.E., con la “generosidad y benevolencia” que lo caracteriza y olvidando que: “vengándose, uno se iguala a su enemigo; perdonándolo, se muestra superior a él” dijo que la conspiración e intromisión de la onG IBIS de Dinamarca no se perdona y añadió: "Les comento que cuando vino a la Cancillería el Embajador con la responsable boliviana de IBIS, nuestro Canciller le explicó con documentos qué se financiaba con la plata de Dinamarca, además cuando se ha reunido nuestro Ministro de la Presidencia con el representante de IBIS se quedó sorprendido cómo ha manejado su plata, por eso la conspiración e intromisión no se perdona" De ahí que se confirma aquello que: Es más fácil perdonar a un enemigo que a un amigo.