Álvaro Riveros TejadaToma y Dakar del judío errante
2014-01-06 - 22:38:38
Es innegable la capacidad demostrada por el actual gobierno, en los ocho años que lleva en el poder, de producir casos que bien podrían servir de excelentes argumentos para guiones cinematográficos.Tal es el caso de la fuga de Jacob Östreicher que, según nuestro célebre embajador el rocambolesco actor de cine Sean Penn, pronto será puesta en escena la película, con él mismo de productor y actor principal, encarnando la figura del preso que pasó dos años en la cárcel de Palmasola, víctima de una red de extorsión que operaba desde el ministerio del interior y cuyos protagonistas pasaron depronto a ocupar sendas celdas contiguas al reo, mas no para exculparlo de su proceso, sino para agravar su condena.
Los únicos hechos tangibles de ese irregular proceso fueron los millones de dólares que le decomisaron y de los cuales no se tiene noticia alguna; la considerable cantidad de arroz producida por él, que le fue incautada y desaparecida; más todas sus propiedades, herramientas, equipo y ganado que le fueron nacionalizadas sin habérsele probado nada.
Fue entonces que el controvertido diplomático nombrado por S.E. para atender causas nobles, como nuestro reclamo marítimo y la defensa de la coca, imitando a las células cancerosas que combaten al organismo que las cobija, decidió sumar a sus múltiples ocupaciones, la de lograr la libertad de su amigo y paisano, cueste lo que cueste. Su primera gestión estuvo orientada a persuadir a los patrocinadores hebraicos del Rally Dakar a suspender su apoyo a dicho evento y evitar que éste pase por Bolivia, hasta que Jacobo sea liberado de las ergástulas. Al parecer, dicho cometido no pasó inadvertido por parte de sus destinatarios y se tradujo en una enérgica presión subterránea contra los organizadores del evento, que a su vez la trasmitieron al gobierno y así lograron la libertad del reo bajo la heroica figura de la fuga. Total, poco antes el senador Pinto, el gobernador Cossío y muchos otros, habían traspuesto las fronteras de la misma manera, con la diferencia que ellos no dejaban atrás cuantiosas sumas de dinero contante y sonante que el día de mañana se convierta en una acción judicial de indemnización, mayor a la que Bolivia tuvo que pagar a Patiño.
De hecho, los primeros síntomas de la retaliación que sobrevendrá al affaire de Jacobo se hizo patente en el ultimátum de 72 horas que los dirigentes de la Confederación de Ayllus y Marcas (CONAMAC) le dieron al gobierno para que les devuelvan su sede capturada por la policía, y la presentación de la respectiva ficha ambiental que certifique que dicho evento no atente contra el medio ambiente,so pena de bloquear el paso del Rally por nuestro territorio. Asumiendo que dicha amenaza no pase de ello y que el gobierno ceda a estas reclamaciones, hacemos votos por que se evite el despliegue de inmensas manadas de auquénidos, bovinos, ovinos y uno que otro porcino, sobre la senda destinada al paso de los motoqueros.
Sin embargo, la noticia ya está circulando por toda la prensa internacional y nos compara a los rebeldes africanos que decretaron la suspensión definitiva de esta competencia por suelos de ese continente, con el consuelo para los hermanos senegalesesde que ésta mantenga el nombre de su Capital. Empero, de ocurrir algo semejante en nuestro país, es de esperar que las futuras competencias lleven, por lo menos, el nombre de Potosí. De todos modos, estas noticias develan los huecos negros de nuestra justicia y son el prolegómeno de lo que futuramente podría significar el consabido toma y Dakar del judío errante.