Fernando Rodriguez MendozaNo es cuestión de leyes
2013-12-24 - 21:08:23
Los delitos en contra la mujer, los niños y la familia, en general, han recrudecido los últimos meses. La gente reclama porque se dicten más y más leyes que penalicen las agresiones violentas, y expresa su frustración al ver que las autoridades hacen poco o casi nada, con el agravante de que a la sociedad parece ya no importar las barbaridades que a diario se presentan. Es hasta casi natural ver en los noticiarios imágenes de barbarie contra mujeres y niños.
El problema no se soluciona con más o mejores leyes, debe atacarse la verdadera raíz de esta situación, que es ni más ni menos la conducta, la actitud y el comportamiento de todos y cada uno de los ciudadanos.
Vivimos en una sociedad en la que los valores, en el sentido axiológico de la cualidad positiva y superior del ánimo y de la conducta, no solo han ido perdiendo su brillo en el tiempo, sino que directamente han desaparecido. Todo se banaliza al extremo. Por ejemplo, una publicidad de una joyería banaliza la institución del matrimonio, porque la novia ya no quiere casarse porque el anillo no es de esa joyería. Otra publicidad hace una apología del egoísmo, como si fuera algo positivo y digno de hacerse; sostiene que en esta Navidad hay que ser egoísta con el aguinaldo para comprarse una camisa de cierta marca. Pueden parecer ejemplos banales; no obstante, la suma de ellos y su periodicidad van moldeando conductas no en los valores positivos, sino todo lo contrario, en la simpleza, lo fútil y frívolo, creando estereotipos a los que no mella la violencia, la sangre y la muerte.
Está comprobado que la delincuencia crece en sociedades con poca educación, y verificamos con reiterada pena que una de las mayores falencias que tiene Bolivia es la educación en todo y en todos los niveles. Hay que preocuparse de educar a la población, la modificación de la conducta de las personasno es cuestión de leyes, pasa por educarlas, y así, con muchas o pocas leyes, la conducta y el comportamiento social cambiarán. Descartes decía: “La multitud de leyes frecuentemente presta excusas a los vicios”.
No dejemos que la anomia nos venza y degrade nuestras vidas.
