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Álvaro Riveros Tejada

Sobredosis de información


2013-10-23 - 15:57:48

A pocos días de los luctuosos acontecimientos sucedidos en la localidad de Apolo, con un saldo de cuatro muertos y una treintena de heridos, cuando el pueblo apenas se reponía del triste fallecimiento de J.M. Bakovic, ya no cabe la menor duda de que una de las características que marcarán el paso de este gobierno por la historia de nuestro país, es su sorprendente habilidad de mantenernos sujetos a una dinámica informativa capaz de apabullar a las mejores cadenas de prensa del planeta, con noticias de distinto jaez que se sobreponen y reciclan cotidianamente,especialmente en épocas preelectorales donde,por arte de birlibirloque,debe primar la prístina e imbatible figura del candidato oficial.Empero, como no existe la perfección absoluta, dos temas se contraponen a este impecable manejo mediático y ellos son: La coca y el gas.

Es así que los cocaleros de Apolo, que fueron reprimidos por fuerzas conjuntas del ejército y la policía, sostienen que sus plantaciones son y fueron siempre catalogadas dentro del concepto de “áreas tradicionales de cultivo” o “coca Ancestral”,una definición que los distancia fatalmente de los productores del Chapare, cuyas tierras no solo no forman parte de esa denominación, sino que se encuentran absolutamente agotadas, lo que obliga a sus terratenientes y prósperos productores  a buscar regiones nuevas, como fue el caso del TIPNIS u otras similares, únicamente localizables en las áreas protegidas de los parques nacionales. No es entonces aventurado afirmar que detrás de los sucesos de Apolo, estén mimetizados varios agroquímicos que pretenden adueñarse de ese territorio para remplazar sus cansadas tierras del trópico cochabambino.

Que si fueron peruanos, colombianos o chinoslos que causaron semejantes incidentes es un tema que debe ser investigado por las autoridades. Que si la localidad de San Fermín, donde se dieron los enfrentamientos, está a cuatro días de camino de la frontera peruana y sería muy difícil alcanzarla, es otro asunto. Lo que sabemos es que los cuatro muertos y treinta heridos que dejó este luctuoso desenlace son bolivianos y ello nos lacera el alma, y lo inevitable es que la coca,en su calidad de materia prima de la cocaína, es la causante de este entripado. Extrapolando este infausto suceso, aunque resulte paradójico alegrarnos, québello sería asistir a una guerra entre productores de banano, yuca, café, cítricos, etc. Empero ello sería imposible, ya que esos productos sólo alimentan y  engordan y no tienen la virtud de los placebos que embrutecen a sus adictos y enriquecen desmedidamente a sus productores, pues su siembra, cultivo y producción reditúa pingües ganancias y muy poco trabajo con relación a los primeros, que requieren una ardua labor, y ni siquiera son susceptibles de transformarse en polvo para aliviar su  transporte.

En la entrevista concedida por S.E. aIsmael Cala, conocido periodista de la cadena CNN,S.E. no quiso identificarse como dirigente cocalero y, por el contrario se auto identificó como dirigente campesino. De ello colegimos que sus asesores han tenido que manifestarle que tome esta nueva posición para enfrentar el próximo proceso electoral,ya que los embates del narcotráfico son cada vez más feroces y la lucha contra esta pandemia deberá ser mayor. De ahí también se explica por qué el gobierno ha demorado tanto en entregar el famoso estudio encomendado hace más de seis años por la comunidad europea y que hasta el día de hoy no sale y más bien sufre cada día que pasa dilaciones ridículas y sospechosas,ante la evidente molestia de este organismo. Una señal inequívoca de que estamos sufriendo una sobredosis de información.

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