Rolando Hurtado OrtizLo que cada Líder Necesita
2013-09-02 - 23:56:49
2 Timoteo 2:2
1. Cada líder necesita madurar un plan
Debemos tener un plan o un programa para desarrollar nuestro liderazgo. Hay una frase que corre entre los líderes: “Las personas que saben lo que quieren, tienen un 100 por ciento más de oportunidades de recibir lo que quieren, que aquellos que no saben lo que quieren”. Para tener un verdadero crecimiento de liderazgo, debemos tener un plan de lo que queremos para crecer en las áreas que sabemos que deseamos.
¿Sabía que si pasa una hora en cualquier cosa diariamente al finalizar dos años sería considerado un experto?. Si usted planea pasar 20 minutos al día desarrollando su liderazgo, solo piense en cuán fuerte sería como líder.
Un plan es muy importante para alcanzar las cosas de Dios. Muchos creen que no es espiritual el planificar, pero en realidad no es espiritual trabajar sin planificación. Cuando Dios hizo cosas en la Biblia lo hizo con un plan.
José tenía un plan basado en la visión que Dios le dio. Cuando habló con el Faraón, no solo sabía lo que Dios estaba diciendo, sino que también cómo Dios quería lograrlo. Moisés tenía un plan cuando guió a los hijos de Israel y los sacó de Egipto; Josué tenía el plan de cómo tomar Jericó; Salomón y David tenían un plan cuando quisieron construir el templo; y cuando quiso salvar a la humanidad, Dios le dió un plan a Jesús. Dios es un Dios de planes y nosotros como creyentes debemos también ser personas de grandes planes.
Para desarrollar su liderazgo, su plan debe ser:
• Realista
El plan para desarrollar su liderazgo a diario debe ser realista. Si fuera a pasar 8 horas al día leyendo libros y desarrollando su liderazgo, sería posible, pero ¿Sería realista? ¿Podrá en realidad hacerlo? Si es como yo, su vida está llena de actividades. Yo necesitaría un tiempo más realista, algo como 20 o 30 minutos al día. Los planes de Josué fueron realistas porque él compartió con el Faraón su plan para guardar comida durante el tiempo de prosperidad para el tiempo de escasez. Fue realista porque hubo abundancia por siete años. Si no hubiese habido abundancia, hubiera sido difícil almacenar la comida. Y dice el relato de Génesis 41:47-49
“En aquellos siete años de abundancia la tierra produjo a montones. Y él reunió todo el alimento de los siete años de abundancia que hubo en la tierra de Egipto, y guardó alimento en las ciudades, poniendo en cada ciudad el alimento del campo de sus alrededores. Recogió José trigo como arena del mar, mucho en extremo, hasta no poderse contar, porque no tenía número”.
• Mensurable
¿Cómo podrá darse cuenta que creció en un área? Cuando sus metas son específicas, como por ejemplo, leeré un libro sobre liderazgo por mes, entonces esa meta es medible. No existe un crecimiento verdadero en liderazgo a no ser que cuando terminemos podamos medirlo. El plan que tubo José era para siete años. El Faraón podía ver el plan y medir su resultado a través del fruto que hubo durante los siete años de escases.
• Alcanzable
¿En realidad podemos hacerlo con las habilidades de liderazgo y los recursos que tenemos a nuestra disposición? Nuestras metas de crecimiento en liderazgo deben ser alcanzables. Si fuésemos a decir que la semana que viene seriamos los gerentes de Pepsi, entonces esa meta de liderazgo no sería alcanzable. Las metas de José eran alcanzables dentro de los recursos que Egipto tenía en ese tiempo. El faraón podía ver cómo los planes de José podían ser obtenidos sin dejar seca a la nación.
En sus primeros años de liderazgo, José era un líder sin un plan. A través del proceso de tiempo él aprendió cómo ser un gran planificador, de tal manera que al final él fue puesto a cargo de la nación más poderosa del mundo. Si vamos a hacer grandes cosas debemos tener grandes planes.
2. Cada líder necesita un Mentor
Es importante que escojamos un buen entrenador, o mentor, alguien en quien vemos las cualidades positivas que nos gustaría tener obrando en nosotros. Somos tan exitosos como nuestro entrenador, por ello escójalos bien.
Cuando está buscando un mentor, busque una persona que muestre las siguientes carac-terísticas:
• Madurez
Un mentor debe haber desarrollado una madurez en su vida. Eso significa que ha sido moldeado por el tiempo tiene el carácter que queremos en nuestras vidas. Pablo dijo “Sed imitadores de mi, así como yo de Cristo” (1Co. 11:1). La pregunta importante es si nos gustaría ser como ellos algún día. Si la respuesta es sí, entonces tenemos un buen mentor. Si la respuesta es no, entonces debemos encontrar a otra persona.
• Son exitosos
Seremos tan exitosos como son los que nos rodean, por tanto la clave para ser exitoso es rodearnos de personas exitosas. También debemos ver si son exitosos en las áreas del ministerio y profesión a las que hemos sido llamados. Si lo son, entonces nos contagiarán ese éxito, al mantenernos cerca de ellos.
• Conocemos a esta persona bien
Es importante pasar el tiempo con esta persona para decidir si realmente queremos ser como ellos, antes de acercarnos para que nos ayuden como entrenadores. Deberíamos poder tener confianza en ellos en que saben de que están hablando para guiarnos en nuestro crecimiento de liderazgo.
• Tienen interés en ayudarnos
No es bueno tener un mentor que no tiene interés en nuestro crecimiento personal. Si no tienen tiempo para pasar con nosotros o si consideran nuestra relación poco importante, entonces no nos darán lo mejor en cuanto a nuestro desarrollo. Una relación verdadera de entrenamiento considerará la relación importante para ambos lados y considerará la relación como una inversión. No se fijarán en qué puede hacer esa persona para ellos en el futuro sino que su motivación será la de incrementar el valor del individuo. Si nuestro mentor no tiene tiempo para nosotros o no le da importancia a nuestra relación, le sugiero orar para que Dios le muestre el cambio por hacer o le muestre a otra persona.
Pr. Rolando Hurtado Ortiz
Iglesia Cristiana de la Familia
Tel. 3540639
