Rolando Hurtado OrtizInmoralidad sexual
2013-08-28 - 21:34:50
1corintios 6:17-20
Pero el que se une al Señor, un espíritu es con Él. Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca. 6:19 No ignoréis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
El propósito de este mensaje es que comencemos a practicar la santidad en todas las áreas de nuestra vida diaria, en particular, en el área sexual.
Los primeros capítulos del libro de Levítico se dedican a las leyes rituales, o sea, la santidad ceremonial. Sin embargo, comenzando con el capítulo 18, se habla de la santidad moral.
Muchas de estas leyes, en contraste con las leyes rituales, están vigentes para los cristianos de hoy en día. Las leyes que se encuentran en estos capítulos tienen que ver con nuestra vida diaria.
Debemos recordar que Dios es Santo. La palabra santo quiere decir diferente o separado, y Él quiere también que su pueblo sea diferente de lo que el resto del mundo hace o practica.
En este capítulo existen muchas sanciones para los pecados sexuales. La base de estas sanciones es Dios mismo. No dependen de la edad, la cultura, los deseos humanos o solamente porque son prácticas aceptadas por muchos. El mundo toma sus patrones o normas muy independientes de Dios. En cambio, el creyente recibe sus normas de Dios mismo.
Dios insiste en la pureza de vida en su pueblo. Los pecados que aquí se prohíben son tan feos, que uno creería que es innecesario mencionarlos; pero debemos recordar que todas estas cosas abominables eran practicadas por las naciones paganas que estaban alrededor de Israel. Por eso Dios tenía que especificarlos y prohibirlos con penas de las más severas.
En el capítulo 18 de Levítico se mencionan varios pecados sexuales:
1) Incesto — vs. 6-19
2) Adulterio —vs. 20
3) Homosexualidad —vs. 22
4) Bestialidad —vs. 23.
El incesto es la prohibición del casamiento entre parientes cercanos. La frase “descubrir su desnudez” quiere decir “tener relaciones sexuales con”. Se incluyen varios ejemplos de relaciones prohibidas. En el Nuevo Testamento también se ve la prohibición del incesto (1 Corintios 5:1-5).
No cabe duda que los pecados de homosexualidad están prohibidos (Romanos 1:26-27; 1 Corintios 6:9-10; Judas 7). También están prohibidos los pecados de fornicación y adulterio (1 Corintios 6:9, 13, 18). La primera epístola a los Corintios indica que los pecados sexuales hacen daño a la persona que los comete.
Es parte de la santidad moral abstenerse de peca-dos sexuales. Dios quiere que seamos puros en esta área (1 Tesalonicenses 4:3-5).
Levítico 18:18, es una limitación a la práctica de la poligamia (un hombre casado con varias mujeres). Mientras que el versículo 21 se refiere a la práctica horrorosa de muchas personas que sacrificaban a sus niños echándolos al fuego del ídolo Moloc, un sacrificio humano terrible y abomi-nable delante de Dios (¿una alusión a la práctica del aborto?)
Si Dios prohíbe todo abuso del sexo es porque Él quiere proveer y proteger al ser humano. Proveerle seguridad, confianza y libertad de la culpa. Protegerle de las enfermedades venéreas, SIDA, embarazos no deseados, riesgos de aborto, de las peleas, divorcios, celos, tensión y otros males que generan las relaciones extramatrimoniales.
¿Cómo asegurar la pureza sexual?
1. Huyendo de todo acto, ocasión, pensamiento, intención, y otras cosas que provoquen la imaginación o que lleven a ceder a la tentación (revistas y películas pornográficas).
2. Para aquellos que no están casados y enamoran. Por más que sean novios y comprometidos, la pareja debe esperar hasta el matrimonio para tener relaciones sexuales. Los jóvenes deben huir de lugares de tentación, de las amistades mundanas que incitan al sexo o juegos maliciosos, etc. Las señoritas cuiden que su vestimenta no sea provocativa (1 Corintios 6:18; 2 Timoteo 2:22).
3. Tener siempre en mente que el cuerpo no es nuestro, pertenece al Señor (1 Corintios 6:19-20).
4. Hacer un pacto con el Señor de cuidar los ojos (Job 31:1-2).
5. Vivir en el Espíritu. Orar, ayunar, guardar la Palabra en el corazón confiando en que Dios puede guardar de todo pecado (Salmos 119:9).
6. Estar bajo cobertura pastoral y ministerial.
Debemos ser realistas y sabios. Muchas personas en las congregacio-nes tienen luchas con la inmoralidad sexual y los pastores y líderes tenemos la obligación de dar orientación bíblica al respecto. Y si es necesario, disciplinar a los miembros que incurren en estos pecados (1 Corintios 5:9-13).
Seamos un pueblo que se caracteriza por la pureza sexual. Exhortémonos mutuamente unos a otros a la santificación del cuerpo, alma y espíritu (1 Tesalo-nicenses 5:23-24).
Pastor Iglesia Cristiana de la Familia
