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Rolando Hurtado Ortiz

Escogiendo a la Gente Correcta


2013-07-17 - 09:06:28

2 Timoteo 2:2
John Maxwell conocido autor sobre temas de liderazgo cuenta que muchas veces cuando se encuentra con pastores y líderes de las iglesias, una de las preguntas que le hacen es cómo pueden ellos convertirse en buenos líderes en su organización.

El afirma que existen muchas claves para obtener gente buena, pero una de las claves más importantes es escuchar a la gente correcta. Muchas veces los pastores están simplemente escuchando a la gente incorrecta y luego se lamentan.

Y él sigue diciendo que luego de muchos años de escuchar a la gente incorrecta y darse cuenta de eso, desarrolló una seria de requerimientos para el tipo de gente que trabajará con uno o ayudarán como voluntarios. Si ellos no cumplen con estos requisitos básicos, John Mawell dice que no permite que trabajen con su organización. Hoy vamos a compartir un sistema de evaluación que nos ayudará como iglesia a escoger a la gente adecuada.

Sistema de evaluación para ayudarlo a escoger a la gente adecuada para su organización

¿Es una persona fiel?
La primera cosa que debemos observar cuando estemos incluyendo a una persona dentro de la organización es si ésta persona es fiel. Ser fiel significa que esa persona está haciendo lo mejor, donde esté, con los recursos que usualmente cuenta.

Una de las claves para tener grandes líderes es observar si estas personas han sido fieles con las oportunidades y los recursos que Dios les ha dado antes, caso contrario deben rendir cuentas, tal como vemos en Lucas 16:1-2 “Había una vez un hombre muy rico, que tenía un empleado encargado de cuidar todas sus riquezas; pero llegó a saber que ese empleado malgastaba su dinero. 2 Entonces lo llamó y le dijo: “¿Qué es todo esto que me han dicho de ti? Preséntame un informe de todo mi dinero y posesiones, porque ya no vas a trabajar más para mí”. Si los líderes que se escogen son fieles en lo pequeño, Dios los bendecirá grandemente (Lc. 16:10-12).

Algunas preguntas importantes que deben hacerse los pastores: la persona que estoy pensando incluir ¿Ha sido fiel con las oportunidades que han tenido en el pasado? ¿Ha estado mucho tiempo sin trabajo? Si es así ¿Por qué? ¿Es el tipo de persona que hace lo mejor con los recursos que se le da, o más bien, siente que no puede cumplir cosas al menos que tenga más recursos?

¿Es una persona comprometida?
Es importante que cuando estemos incluyendo a una nueva persona, él o ella haya asumido algunos compromisos:
a) Desarrollo de su carácter. Todos debemos buscar ser parte de una familia de muchos hijos semejantes a Jesús, tal como dice Romanos 8: 28-29.
b) Conocer más a Dios. Buscar su rostro en oración y estudio de la palabra.
c) Dar parte de nuestro tiempo, talentos y recursos para el crecimiento de la obra.

Preguntas que debe hacerse un pastor:
¿Esta persona está dispuesta a cumplir con la misión y la visión de la iglesia dentro de las horas que brinda el ministerio? ¿Coloca sus talentos al servicio de los demás? ¿Es fiel en sus diezmos y ofrendas?
d) Comprometernos a ser una familia unida conforme a lo establecido en nuestros valo-res, en particular el numero 1: “Ser líderes que trabajan unidos íntimamente, que ejercen un liderazgo íntegro y comprometido”.

¿La persona es enseñable?
Muchas veces sacrificamos nuestras normas para tener una persona bien calificada que no está dispuesta a ser enseñada. Cuidemos de no cometer el error de buscar personas talentosas o distinguidas para puestos de gran responsabilidad, y luego ver que esas personas no son enseñables. Enseñable significa que la persona, por un lado, presta atención a lo que se enseña y por otro, tiene una buena actitud cuando se le corrige algo. Hechos 18:24-28 muestra esto en la vida de Apolos.

Las actitudes son contagiosas, así que la pregunta es si queremos que las actitudes de nuestros miembros afecten todo el equipo. Pregúntese como líder: ¿Este nuevo miembro del equipo, ayudará a que la actitud general de la gente sea mejor o peor? ¿Cómo va a tomar esta nueva persona una corrección si es que la necesitara en un futuro? ¿Esta persona tiene el deseo de aprender nuevas cosas, y puedo yo como líder enseñarle nuevas cosas?

¿Es una persona sujeta?
Una persona sujeta “no muestra la jeta” cuando el pastor o líder le pide hacer algo. La sujeción va de la mano con la humildad y dejarse enseñar, y la insubordinación va de la mano con la rebeldía. “Someteos unos a otros en el temor de Dios”. Dice Efesios 5:21. Debemos sujetarnos unos a otros y caminar juntos en una relación de confianza, de tal manera que cuando tengamos autoridad sobre las personas, estas nos den lugar de autoridad en sus vidas sin tener que reclamar. “Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los humildes”. (1P. 5:5)

¿La persona es calificada?
La última calificación en la que muchos de los líderes cristianos fallan son las cualidades. Muchas veces, pastores nombran personas que tienen buenos corazones y son buenas personas pero no son calificadas para cubrir el puesto para el cual se los necesita, en el tiempo requerido.

La capacitación es extremadamente importante para implantar la visión de crecimiento en la iglesia. Es un proceso constante de edificar y cambiar hábitos de conducta, de pensa-miento y de acción. “Lo que has oído de mi ante muchos testigos, esto se encarga a hom-bres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros”.

Las palabras “encarga” y “enseña” de 2Timoteo 2:2 implican un proceso de educación que requiere esfuerzo. Como representantes del reino de Dios debemos tener nuestras normas bien establecidas, y una de las ellas es que los líderes tengan madurez espiritual y hayan pasado por la escuela de liderazgo y ministerio.

Cada persona que incluyamos en nuestro equipo incrementa las oportunidades de que seamos exitosos o de lo contrario, reduce las mismas. El líder deberá invertir en cada una de las personas que se incorporan a su equipo de trabajo para que sean miembros productivos, pero muchas veces algunos requieren mayor inversión que otros. Como líderes debemos evaluar los costos de preparación de una persona para que sea un miembro productivo en nuestro equipo. Como representantes del reino de Dios debemos tener nuestras normas bien establecidas. No se llene de gente solo por tener un cálido equipo en su organización o ministerio.

Preguntas claves: ¿Ésta persona tiene habilidades para incrementar el nivel de productivi-dad de nuestro equipo a un nivel más alto? ¿Nuestro equipo es mejor si contamos con esta persona o más bien es peor? ¿Vale la pena la inversión que estamos realizando en esta persona para que sea más productiva?

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