PresentaciónTurísmoBlogshoybolivia | FacebookJuegosRSSYoutubeTwitterMóvil
Sábado 20 de abril 2024 Contacto
InicioPortadaDestacadasEspecialesBoliviaTemas
CuriosidadesEspectáculosArte y CulturaHoy EventosMujer

           
Alejandro A. Tagliavini

Avenida Victoria Soto


2012-12-19 - 20:59:32

A raíz de que el gobierno argentino tenía una deuda impaga, la justicia de Ghana le embargó la fragata Libertad, pero resulta que el ser un buque de guerra es un privilegio y, por este motivo, el Tribunal del Mar en La Haya ordenó que sea liberado. Hoy, para la cultura occidental la guerra, la violencia, es un honor al punto que las calles y avenidas llevan nombres de “libertadores” sangrientos que guerrearon para liberar a sus países cuando otros, como India y Canadá, lograron su independencia sin muertos.

Sin dudas, la Segunda Enmienda de la Constitución de EE.UU. es atroz porque promueve las ‘milicias armadas’: "Siendo necesaria una milicia bien ordenada para la seguridad de un Estado libre, el derecho del pueblo a poseer y portar armas, no será infringido". Pero prohibir la venta de armas es irónico, porque supone la existencia de policía (“milicias armadas”) para establecer –violentamente- por la fuerza esta prohibición. Además, en 2012 en EE.UU. se vendieron unas 17 millones de armas y, sin embargo, la matanza de la escuela Sandy Hook ocurrió en Newtown, una pequeña ciudad de 27.560 habitantes donde no hubo ningún otro homicidio y solo 16 robos violentos durante 2012.

Desde 1982 se registraron más de 60 ataques armados contra inocentes en los suburbios de 30 estados. Pero, en la Venezuela “bolivariana”, cada vez más policial y militarizada, los homicidios anuales llegan a unos 80 por cada 100.000 personas. El nivel de delito es más alto porque el Estado derrama más violencia. Es decir, es un mercado menos libre con más leyes laborales coactivas (impuestas por el monopolio estatal de la violencia), que provocan desocupación, y más impuestos coactivos que crean miseria porque los empresarios los pagan subiendo precios y bajando salarios, y la marginalidad empuja al delito.

El crimen es la reacción a la acción violenta del Estado que les impide desarrollarse naturalmente. Por esto, la costosa represión policial no lo acabará, solo trasladará a otro lado el delito que resulta más "rentable" que la miseria que impone el Estado. Según Allen McConnell, profesor de Psicología Social en la Universidad de Miami en Ohio, "una cultura que modela el uso de… (las) armas como solución a los problemas, (es) lo que fomenta que sucedan estas masacres”. Una infantil, inmadura, “mentalidad de Rambo… como forma de resolver los conflictos".

Lo cierto es que el liderazgo moral es más efectivo y eficiente que la violencia. Creemos que, finalmente, para conseguir un objetivo debe haber "respaldo", una amenaza, de violencia armada (policía, ejército, etc.). Pero la evidencia empírica y la ciencia muestran que este tipo de "autoridad" termina siendo destructiva y liberticida siempre. Tenemos que terminar con la idea de que existe una violencia “justa” (por cierto, siempre a criterio de alguna persona), incluso en el caso de defensa propia y urgente, ya que los mejores métodos de defensa son los no violentos.

Es hora de archivar la cultura de la violencia, que los gobiernos dejen de creer que los problemas se solucionan utilizando el poder de policía para coaccionar leyes y regulaciones, es hora de que los buques de guerra sean considerados bienes negativos y las avenidas dejen de tener el nombre de sangrientos “libertadores” y se llamen “Victoria Soto”, la maestra que perdió la vida por salvar a sus niños.

* Miembro del Consejo Asesor del Center o­n Global Prosperity, de Oakland, California

Copyright © Hoybolivia.com Reservados. 2000- 2024
Optimizado para Resolución 1024 X 768 Internet Explorer 4.0, Netscape 4.0, Mozilla Firefox 2.0