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Alejandro Villegas Campero

Venciendo el temor


2012-05-05 - 00:32:04

El temor, miedo o terror como emoción del alma, es una reacción que hace evitar las cosas que se creen peligrosas, muchas veces, producto de haber captado con anterioridad y a través de los sentidos una imagen de daño, destrucción y peligro que permanece  plasmada en la mente y el corazón, reviviendo con cualquier estímulo externo que activa ese temor interno.

El temor es un problema que llevamos en el alma, puede tener diversidad de formas o motivos pero en la realidad espiritual de Dios es una fortaleza que se eleva principalmente en contra de la fe y el conocimiento de Dios, haciendo que los cristianos vivan atados y atormentados por fortalezas de engaño.

En dichas fortalezas influyen mucho las fuerzas malignas, sin embargo, por muy fuertes que quieran verse, su único fin es levantarse en contra de la verdad de Dios, impidiendo la libertad de vida en el Espíritu. Pero debemos recordar que en Dios tenemos armas poderosas que nos ayudarán a destruir esas fortalezas.
“Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas” 2 Corintios 10:4

Así es, porque sólo en Dios podremos vencer los pensamientos de temor, que el enemigo quiere introducir con engaños en nuestra mente para atarnos y alejarnos del conocimiento de la Verdad. Pero
¿Cómo podemos vencer? Utilizando la Palabra de Dios arma poderosa, la cual nos enseña que debemos llevar todo pensamiento cautivo a la obediencia de Cristo, evitando así que el temor tenga lugar en nuestra mente y corazón.

“Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” 2 Corintios 10:5

Porque al obedecer a Dios sólo fe y confianza en su amor obtenemos.
Amor eterno que nos lleva a conocer su verdad, verdad que nos mantiene en su Amor, alejados del temor y del castigo que significa vivir lejos de El.
Debemos comprender también que el temor es una de las armas más utilizadas por el enemigo para evitar que el amor de Dios sea perfeccionado en nosotros.

“En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme no ha sido perfeccionado en el amor” 1 Juan 4:18

Más Dios es Poderoso para darnos la victoria, Él nos ama y quiere vernos libres de las mentiras del diablo, aquellas que nos mantienen temerosos, anulados, amedrentados y sin poder alcanzar los propósitos del Señor.

Y aunque millares de enemigos nos rodeen con los peores temores, Dios mismo será aquel que se levante por nosotros para destruirlos, porque aún en medio de la guerra, nuestro corazón permanecerá confiado y  alejado del temor.

“Aunque un ejército acampe contra mí, no temerá mi corazón; aunque contra mí se levante guerra, yo estaré confiado” Salmo 27:3

Así es, porque Dios siempre camina junto a nosotros aún en medio de las más grandes dificultades, como un pastor con su pequeña ovejita en medio de la más cruel tormenta, así es Dios para con sus hijos en medio del dolor, un refugio perfecto, una fuerza poderosa que sólo valor nos infunde.

“Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento” Salmo 23:4

Porque en Dios está la luz de nuestra salvación, luz que disipa las tinieblas del temor, luz que alumbra en la oscuridad, luz que se levanta como verdadera fortaleza para nuestra vida.

“Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quien temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quien he de atemorizarme? Salmo 27:1

Y aunque la tierra sea removida y se sacudan alrededor nuestro muchas dificultades, no temeremos porque en Dios está el amparo y el auxilio.
“Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, y se traspasen los montes al corazón del mar” Salmo 46:1-2

Fortaleza eterna a la cual debemos acudir continuamente, porque aquel que busca a Dios,  sólo libertad para sus temores encuentra.
“Busqué a Jehová, y él me oyó, y me libró de todos mis temores” Salmo 34:4

Es tiempo de vivir esta realidad en Dios, es tiempo de buscar la libertad completa para nuestras almas, es tiempo de ser más que vencedores y de caminar venciendo el temor, es tiempo de desechar la cobardía y de andar en el poder que Dios ya nos ha otorgado.

“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” 2 Timoteo 1:7

El Señor te bendiga hoy, mañana y siempre.

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