“Vinieron, pues, a Jerusalén; y entrando Jesús en el templo, comenzó a echar fuera a los que vendían y compraban en el templo; y volcó las mesas de los cambistas, y las sillas de los que vendían palomas; y no consentía que nadie atravesase el templo llevando utensilio alguno. Y les enseñaba, diciendo: ¿No está escrito: Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones? Mas vosotros la habéis hecho casa de ladrones” Marcos 11:15-17
El Templo del Señor había sido erigido con el propósito más hermoso: “Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos” Éxodo 25:8.
Le pidió al hombre que le hiciera un santuario para Él. ¿Qué es un Santuario? Es un Templo, un lugar de devoción especial. Devoción significa amor, veneración y fervor. Dios entonces le pidió al hombre, en otras palabras: “Que le hiciera un templo (Santuario) de amor, veneración y fervor (Devoción) para Él y Él habitaría en medio de ellos”.
Israel tuvo la dicha de tener un Santuario (Tabernáculo) en el desierto con Moisés, también un santuario (Templo) en Jerusalén con Salomón, pero no supieron entender y retener lo más grande que Dios les había dado, un lugar donde el mismo Dios “Habitaría en medio de ellos”.
Después que fue destruido, por la invasión de Nabucodonosor a Jerusalén y por orden de él mismo, el jefe de sus ejércitos destruyó el templo y Jerusalén: “Y en el mes quinto, a los diez días del mes, que era el año diecinueve del reinado de Nabucodonosor rey de Babilonia, vino a Jerusalén Nabuzaradán capitán de la guardia, que solía estar delante del rey de Babilonia. Y quemó la casa de Jehová, y la casa del rey, y todas las casas de Jerusalén; y destruyó con fuego todo edificio grande” Jeremías 52:12-13. Pero, en el tiempo de Ciro, Dios despertó su espíritu (el de Ciro), para construir el templo de Dios (El Segundo Templo) en Jerusalén, para que se cumpliese la Palabra: “En el primer año de Ciro rey de Persia, para que se cumpliese la palabra de Jehová por boca de Jeremías, despertó Jehová el espíritu de Ciro rey de Persia, el cual hizo pregonar de palabra y también por escrito por todo su reino diciendo: Así ha dicho Ciro rey de Persia: Jehová el Dios de los cielos me ha dado todos los reinos de la tierra, y me ha mandado que le edifique casa en Jerusalén, que está en Judá” Esdras 1:1-2.
“Entonces se levantaron los jefes de las casas paternas de Judá y de Benjamín, y los sacerdotes y levitas, todos aquellos cuyo espíritu despertó Dios para subir a edificar la casa de Jehová, la cual está en Jerusalén” Esdras 1:5. Terminaron la obra y la dedicaron:
“Y los ancianos de los judíos edificaban y prosperaban, conforme a la profecía del profeta Hageo y de Zacarías hijo de Iddo. Edificaron, pues, y terminaron, por orden del Dios de Israel, y por mandato de Ciro, de Darío, y de Artajerjes rey de Persia. Esta casa fue terminada el tercer día del mes de Adar, que era el sexto año del reinado del rey Darío. Entonces los hijos de Israel, los sacerdotes, los levitas y los demás que habían venido de la cautividad, hicieron la dedicación de esta casa de Dios con gozo. Y ofrecieron en la dedicación de esta casa de Dios cien becerros, doscientos carneros y cuatrocientos corderos; y doce machos cabríos en expiación por todo Israel, conforme al número de las tribus de Israel” Esdras 6:14-17
También dice la profecía que el Señor (Jesús) vendría a su templo: “He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí, y vendrá súbitamente a su templo el Señor a quien vosotros buscáis, y el ángel de pacto, a quien deseáis vosotros. He aquí viene, ha dicho Jehová de los ejércitos” Malaquías 3:1.
Y así se cumplió, pero Él vio que su templo, que era el lugar de devoción a Dios, y que era para casa de oración, ahora estaba lleno de hombres que hacían mercancía y comercio con las cosas destinadas al sacrificio de Dios, y Él los amonestó y los echó del templo volcando sus mesas, soltando a los animales destinados para los diferentes sacrificios, las monedas, etc.. Él estaba enojado porque habían cambiado la esencia de su Santuario (Templo) y lo habían convertido en otra cosa, y el celo por su casa lo consume: “Entonces se acordaron sus discípulos que está escrito: El celo de tu casa me consume” Juan 2:17
Si nos ponemos a leer este pasaje en cada uno de los evangelios, empezando en Mateo entenderemos lo que el Señor Jesús les dijo, y que nos dice ahora a todos los cristianos verdaderos, nacidos de nuevo, que si no estamos siendo guiados por el Espíritu Santo: “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios” Romanos 8:14, podemos confundir la razón del Santuario de Dios.
En el evangelio de Mateo el Señor les dijo: “Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones” Mateo 21:13
En Marcos: “Les enseñaba, diciendo: ¿No está escrito: Mi casa será llamada casa de oración para todas las naciones? Mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones” Marcos 11:17
En Lucas les dijo: “Escrito está: Mi casa es casa de oración; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones” Lucas 19:46
En Juan: “Dijo a los que vendían palomas: Quitad de aquí esto, y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado.” Juan 2:16
Y TÚ ¿Qué estás haciendo con el Templo que Dios te ha dado, con tu cuerpo, que es templo del Espíritu Santo, ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? 1 Corintios 6:19; y CON EL LUGAR DONDE TE CONGREGAS?.
Que Dios te bendiga hoy, mañana y siempre
