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Alejandro Villegas Campero

La vida en el espíritu


2012-03-24 - 05:59:33

El regalo de la Salvación por medio de Jesucristo, nos ha librado de la ley de la esclavitud que teníamos cuando servíamos al pecado, y dábamos frutos de muerte; una vida de esclavitud en la cual estábamos atrapados, sin salida, sujetos a una ley que nos daba deleites temporales basados en el engaño y fundamentados en la mentira, una ley que sólo ejecutaba condenación, deuda y muerte.

Pero en medio de esa oscuridad, brilló para nosotros la manifestación de amor más grande de Dios por la humanidad, el sacrificio de su “Único Hijo”, sólo para librarnos de esa ley de esclavitud e introducirnos en la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús; ahora por la justicia de esa ley no deberíamos caminar más en esclavitud ni condenación, al contrario, deberíamos caminar en una nueva vida de plenitud en el Espíritu.

“Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y la muerte” Romanos 8:2
Viviendo en esa nueva ley, el pensar o hacer las cosas de la carne y sus deleites para muerte, es un principio que debería estar muerto y desechado en nosotros. Por cuanto el único fin de la carne es apartarnos de nuestra amistad y comunión con Dios, no podemos obtener beneficio alguno de ella y si seguimos su naturaleza no podremos agradar a Dios; esto es definitivo por cuando no podemos andar en dos leyes contrarias a la vez, es decir en un principio de mentira y en un principio de verdad, es como querer caminar con un pie hacia adelante y con el otro hacia atrás ¿Se imaginan hacer algo tan adverso?

“Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu” Romanos 8:3-4

Sin embargo, Dios también conoce nuestras debilidades, nuestras luchas internas y dificultades por las cuáles muchas veces no podemos agradarlo, por esta causa es que nos ha provisto de una gran ayuda, así es, de su Espíritu, aquel Espíritu que levantó a Jesucristo de entre los muertos es el mismo que en este tiempo se encarga de vivificar nuestro cuerpo mortal para hacernos más que vencedores; ese poderoso Espíritu que levanta de la muerte está con nosotros, para ayudarnos a vencer.
“Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros” Romanos 8:11

Ahora, es muy importante comprender espiritualmente que ya no tenemos porqué vivir según la carne, ya no debemos sufrir más satisfaciendo deseos que sólo nos traen condenación; no tenemos porqué pagar más por adquirir muerte ¡No más!, hemos sido librados, para dejar de satisfacer a la carne y vivir por el Espíritu.
“Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él” Romanos 8:9

Piensa que aquello a lo cual tú más alimentes eso se fortalecerá en ti, y sólo depende de cada uno, el decidir alimentar el espíritu. Cuando dejemos de darle provisión a la carne esta se irá debilitando, y la fuerza de la ley del Espíritu de vida sobre nosotros se hará cada vez más fuerte hasta que consigamos la victoria total y eterna.
“Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!” Romanos 8:15

¡Dios te bendiga!

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