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Boris Santos Gómez Úzqueda

Venezuela: y su futuro energético Parte I


2012-01-06 - 22:39:18

Venezuela era (pero volverá a ser) el referente latinoamericano en progreso y el liderazgo que tenía (volverá a tenerlo) en el marco de las repúblicas creadas por la hoy irrespetada (volverá a ser respetada) figura del Libertador Simón Bolívar.

Los setenta, ochenta y noventa Venezuela era un país ícono de Latinoamérica, obviamente por su desarrollo y su exportación de crudo. En algún momento la denominaron “saudita latinoamericana” hasta que arribó la "filosofía" comunista rebautizada como “socialismo del siglo XXI” y con sus ideas radicales anti-desarrollo degeneró en desbarajuste político que redundó en lo económico, además de achicar la imagen/país y dio imagen a Venezuela como parte de un nuevo "eje" de estados totalitarios como Irán, Cuba, Bolivia o Corea del Norte que con su retórica exacerbada de tufo comunista pretende ser nuevo “referente” de proyectos ideológicos ya derrotados en Europa. Para llevar el mensaje malutilizaron la bendita figura de nuestro Libertador.

Hablar de Venezuela -para los bolivianos- es casi una obligación. No sólo porque nos une un amor especial y respetuoso a la tierra de nuestro Libertador, sino porque vemos los males de Venezuela en Bolivia y –ciertamente- nos da pena que dos naciones, consideradas potencias económicas en energía, Venezuela con petróleo y Bolivia con gas, estén tan mal regentadas por ideologías de extrema izquierda que en vez de acelerar el desarrollo acrecientan brechas de pobreza.

En lo económico, aunque los analistas independientes difieren, el PIB venezolano estaría cerca a 300.000 millones de dólares, pese al manejo absolutamente discrecional de su economía y del despilfarro –documentado por académicos y personalidades- de dineros provenientes de la industria de hidrocarburos desviado a actividades de ideología.

El pasado año 2011 nuestra Venezuela latinoamericana fue “certificada” –con estudios técnicos internacionales pormenorizados- que tiene inexplotada todavía la “primera reserva mundial de petróleo” con cifras en barriles de petróleo –que faltan por cuantificarse- pero que fácilmente superarán los 300.000 millones de barriles. Buena noticia para América Latina: tenemos nuestra propia Arabia Saudita, Qatar, Emiratos Árabes Unidos e Irán juntos en potenciales negocios de la industria de valor agregado al petróleo: petroquímica, nuevos combustibles y la industria de gas, porque el petróleo venezolano, de seguro estará unido en grandes volúmenes asociado a gas natural.
Visto de cualquier lado es una buena noticia para nuestros hermanos venezolanos en particular y para los latinoamericanos en general. Esa riqueza inexplotada debe ser, irrenunciablemente, la locomotora que jale a todos los países de la región a mejores situaciones de economías de mercado abiertas a negocios de energía a escala.

A esa buena noticia no debe perderse de vista que Bolivia aún está en situación expectante de incrementar sus reservas de gas natural, nada desdeñables hoy en día y que en coordinación con Venezuela bien podrían acaparar –en el buen sentido de la palabra- el mercado energético continental y junto con Brasil que aún nos mantiene en vilo con su famoso “presal” otra reserva de petróleo y gas tan gigantesca, que junto a la venezolana y boliviana bien podrían ser los distribuidores energéticos de –literalmente- medio mundo.

Pero dejemos las buenas noticias y volvamos a la realidad: analistas en hidrocarburos de Venezuela van a coincidir conmigo y quizá van a tener mejor precisión en afirmar que para 2012 es posible que Venezuela produzca cerca de 3.1 millones de barriles diarios, buscando la meta de 10 millones para 2025, dominando gran parte del mercado petrolero en éste lado del globo. Pero todo ello siempre y cuando hayan acertadas decisiones que deben estar contenidas en políticas públicas de largo plazo y no ceñidas a caprichos totalitarios y con inversiones que, adicionalmente, Venezuela puede apalancarlas directamente y sin necesidad de auxilio o alianzas medio raras con China.

Venezuela pondrá USD 5000 millones para incentivar la producción de petróleo (en la denominada “Faja del Orinoco” centro este del país y “veta” de la primera reserva mundial de petróleo) con mayoría de capital externo, cuando bien podría ser capital venezolano.

Venezuela produce actualmente 2,9 millones de barriles de petróleo por día, exportando 1,5 millones a Estados Unidos y 500.000 a China, sobre el particular la prensa internacional reseña los planes del régimen venezolano en incrementar la cota de producción y de exportación para China poniéndose como meta 1 millón de barriles diarios! A cambio recibirán, y ya han recibido, la friolera de 30.000 millones de dólares. El propio presidente venezolano dijo a la prensa “...Gracias a Dios que existe China...  que nos ha dado créditos que sobrepasan los 30.000 millones de dólares, entre otras cosas para viviendas…, y ya tenemos asegurados 8.000 millones de dólares adicionales de créditos de China para Venezuela”.

China es un gran consumidor de energía en el mundo, por su crecimiento gigantesco, y va a succionar energía de cualquier parte del globo para cumplir su crecimiento. Sin embargo a simple vista se puede concluir que el régimen está hipotecando el futuro venezolano y sometiéndolo, indirectamente, a intereses foráneos de una potencia que –con todo respeto- no está en nuestro “vecindario” y adicionalmente aún tiene un sistema político en que derechos humanos y democracia no han logrado ser parte del lenguaje político cotidiano. (CONTINUARÁ)

* Consultor en Hidrocarburos, Máster en Administración de Negocios Síguelo en twitter: @bguzqueda

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