PresentaciónTurísmoBlogshoybolivia | FacebookJuegosRSSYoutubeTwitterMóvil
Jueves 18 de abril 2024 Contacto
InicioPortadaDestacadasEspecialesBoliviaTemas
CuriosidadesEspectáculosArte y CulturaHoy EventosMujer

           
Marcelo Ostria Trigo

Tapar el Sol con un dedo


2011-07-06 - 10:07:35

Ya es frecuente que los regímenes acusados de violar los derechos ciudadanos dejen pasar el tiempo con la esperanza de que las protestas desaparezcan y que el olvido consagre sus conductas objetables. También es usual que, en una táctica de que “no hay mejor defensa que un buen ataque”, denuncien airadamente las “injerencias del imperialismo” coludido con la “derecha neoliberal” interna que procura preservar sus “intereses espurios”.
 
Sin embargo, “se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo”. La verdad siempre surge y recuerda que los gobiernos tienen la obligación de respetar las libertades democráticas y los derechos ciudadanos establecidos en la legislación internacional –en nuestro continente en la Carta Democrática Interamericana–. Es que ya no existen barreras que puedan impedir la difusión de informaciones, ante todo sobre los sucesos nacionales; tarde o temprano, se sabe la verdad.
 
En varios países de nuestro continente campea la intolerancia. Y, cuando eso sucede, son de esperar reacciones adversas. Cualquiera sea la idea que se tenga del sistema político de EEUU –ciertamente no es perfecto–, no alcanza para negar que se trata de una auténtica república democrática –la primera en surgir, en casi dos milenios– con instituciones vigorosas y con un sistema de contrapesos que resulta de la separación efectiva de los poderes del Estado. Por ello, cuando hay afirmaciones de sus personeros sobre los valores democráticos habrá que tomarlas en consideración.
 
Recientemente, en un informe del Departamento de Estado de Estados Unidos se elogió a cinco países latinoamericanos –Brasil, Chile, México, Colombia y Uruguay– por el liderazgo democrático que han desarrollado. Este informe fue la base de la exposición ante el Comité para América Latina del Senado estadounidense de la N.º 2 del Departamento de Estado para la región, Roberta Jacobson. Ella no nombró a otros países, pero esa omisión mostró a los que están en la vereda del frente de los que respetan los derechos democráticos; de los que cuentan con liderazgos democráticos.
 
En la ocasión, a diferencia de la comprensible actitud diplomática de la funcionaria estadounidense que evitó referirse específicamente a “los otros”, sí lo hizo Michael Reid, experto en política latinoamericana, afirmando que hay países que cuentan con gobiernos elegidos por el voto popular, pero que, una vez en el poder, deterioran la calidad de las instituciones democráticas. “Con distinto grado –afirmó– eso es algo que ocurre en Venezuela, Nicaragua, Bolivia, Ecuador y Argentina”. Y no estuvo solo en esa apreciación; el senador demócrata Bob Menéndez se refirió al desconocimiento de la libertad de expresión en esos países como parte de las presiones oficiales.
 
Frente a esta ‘injerencia’ el populismo reaccionará airado y, a su vez, seguramente denunciará supuestos afanes para alentar la subversión del ‘imperialismo’ y de la ‘derecha neoliberal’. Así, se intentará descalificar a quienes pusieron en evidencia esas conductas autoritarias, aunque ya se haya advertido su creciente autoritarismo. Tampoco será posible ignorar la verdad expuesta por la secretaria de Estado estadounidense: que los populistas actúan “usando la fuerza de su mayoría a expensas del derecho de las minorías”, y esto, lamentablemente, ya se ve como una anomalía corriente.
 
Rechazar la evidencia es intentar “tapar el sol con un dedo”.

Copyright © Hoybolivia.com Reservados. 2000- 2024
Optimizado para Resolución 1024 X 768 Internet Explorer 4.0, Netscape 4.0, Mozilla Firefox 2.0